50 años de ‘Abbey Road’: la intimidad de la grabación de la última obra maestra de los Beatles
Escrito por AbelitoMusic el septiembre 27, 2019
En medio de los conflictos que caracterizarian sus últimos días, los Beatles tiraron todos para el mismo lado y llevaron a cabo una última y magnífica colaboración. Fue la culminación de su sociedad de siete años: cuatro hombres que se habían criado juntos y que ahora se distanciaban cada vez más, dispuestos a recoger los fragmentos de su obra inconclusa para hacer con ellos un resplandeciente monumento. En un momento dado se iba a llamar Everest, y es una de las cumbres de su carrera. Luego de los rencores del Album Blanco y las sesiones desastrosas con las que luego se armaría su último disco, Let It Be, en 1970, los Beatles necesitaban volver a las raíces. Al borde de la ruptura, volvieron a su productor histórico, George Martin, y a sus estudios de siempre, Abbey Road, para llevar a cabo una declaración final. «Hagámoslo como antes», se cuenta que le dijo Paul McCartney a Martin. Y así lo hicieron: bueno, más o menos. De hecho, Abbey Road fue tomando forma a lo largo de seis meses, en parte en otros estudios y a veces sin Martin. El 22 de febrero de 1969, los Beatles volvieron a juntarse con el tecladista Billy Preston (a quien conocían de su época de Hamburgo) en los estudios Trident de Londres para empezar a grabar una canción, un palpitante rock de Lennon que se llamaba «I Want You». La franqueza con que el tema admite su lujuria evoca los sentimientos más antiguos y más llanos de la banda, y sienta el tono de regreso a las raíces. Esa canción fue lo único que pudieron hacer como grupo en un par de meses, dado que cada uno se puso a trabajar en sus proyectos por separado. Ringo Starr estaba rodando The Magic Christian; McCartney se casó con Linda Eastman y estaba produciendo discos de Mary Hopkin y Jackie Lomax; Lennon y Yoko Ono también se casaron, fueron a París y luego a Gibraltar de viaje de bodas, volvieron a París y después partieron a Amsterdam, donde se pasaron una semana en la cama para promocionar el movimiento por la paz, y de allí a Viena, antes de regresar a Londres.
En medio de ese caos, Harrison estaba madurando como compositor, aunque era más modesto acerca de su talento que Lennon y McCartney. «La verdad, cualquiera puede componer una canción si se lo propone», declaró en una entrevista en octubre de 1969. «Cuando compongo canciones, salen como ellas quieren. Algunas son pegadizas como ‘Here Comes the Sun’ y otras no, ¿viste?… No sé por qué hacen tanto escándalo.» La próxima sesión de los Beatles, el 16 de abril, estuvo dedicada a dos canciones suyas, «Old Brown Shoe», y una versión primitiva de «Something».
Durante las tres semanas siguientes, los Beatles siguieron yendo a Abbey Road y a los estudios Olympic Sound, con el productor Chris Thomas y el ingeniero Glyn Johns, para trabajar en partes y fragmentos de distintas canciones: más de «I Want You», «Oh! Darling» de McCartney, «Octopus’s Garden» de Starr (remanente de las sesiones de Let It Be), una remake de casi ocho minutos de «Something» (en la que tocó una vez más Preston), y otra pasada de «You Know My Name (Look up the Number)», un tema en broma que habían empezado a mediados de 1967.
Cuando los Beatles se limitaban a hacer música, básicamente estaba todo bien. Cuando tenían que ocuparse de otros asuntos, en particular su complicada situación financiera, era un desastre. Sus asesores estaban en desacuerdo, y estaban enredados en una batalla que se presentaba desfavorable para recuperar el control de sus propias canciones. (La empresa editora de los Beatles, Northern Songs, había sido vendida hace poco sin que se los consultara, y su plan para recomprarla fracasó luego de que Lennon declarara: «No me voy a dejar joder por tipos de traje que engordan el culo en la silla».) McCartney tocó el tema con una canción nueva, «You Never Give Me Your Money», pero poco después de que la grabaran, el 6 de mayo, tuvieron una discusión muy fuerte sobre quién administraría las finanzas de la banda, y el trabajo en el nuevo disco quedó interrumpido.
Se fue cada uno por su lado por un par de meses, y partieron de vacaciones con sus mujeres una vez más. McCartney y Linda fueron a Grecia; Starr y su mujer, Maureen, viajaron a Nueva York; Lennon y Ono a Montreal, para hacer otra «acostada» en la que grabaron «Give Peace A Chance», el primer sencillo editado con el nombre Plastic Ono Band. En los créditos, la canción se le atribuía a la dupla Lennon-McCartney, pero era una mera formalidad, aun más que lo acostumbrado.
Finalmente, mas de cuatro meses después de que comenzaran las grabaciones, los Beatles se comprometieron a grabar un disco de verdad, y George Martin reservó Abbey Road casi todos los días de semana de julio y agosto. Lennon faltó a la primera semana de grabaciones: se había lastimando en un accidente mientras viajaba en auto con Ono. Eso no les impidió a los otros tres ponerse a trabajar: retocaron «You Never Give Me Your Money» y empezaron «Golden Slumbers/ Carry that Weight», de McCartney, que también grabó su fragmento solista «Her Majesty», que estaba pensado como eslabón de un largo enganchado que habían decidido incorporar al disco. Durante esta sesión, también grabaron la obra maestra de Harrison, «Here Comes the Sun». Compuesta un día que se había rateado de otra atroz reunión de negocios, su frágil optimismo resulta especialmente conmovedor, al venir del Beatle que a menudo parecía ser el más insatisfecho con su lugar en la banda.
El 9 de julio Lennon volvió, y trajo a Yoko Ono, que todavía estaba recuperándose, al estudio con él (le instalaron una cama para que descansara, con un micrófono de techo para que pudiera comentar sobre lo que sucedía si le venía en gana). De todos modos, Lennon volvió a la acción de manera plena recién el 21 de julio, y el grupo grabó el groove básico de «Come Together», su llamado simple y funky a la unión política.
La siguiente canción que grabaron los Beatles -el medley que cierra el disco- fue un testimonio de su talento para hacer algo coherente y hasta poético, con los fragmentos de su relación artística quebrada. La «larga», como la llamaban, que ocupa la mayor parte del lado B de Abbey Road, transmutaba un puñado de fragmentos de canciones inconclusas (algunas de la época del Album Blanco) en una suite grandiosa y magníficamente interpretada, que culminaba con un himno al amor. «De las cenizas de toda esa locura, esa última sección es una de las mejores cosas que hicimos», declararía Starr luego. Por el contrario, a Lennon nunca lo convenció: «Las canciones no tenían nada que ver entre sí, no había hilo conductor, salvo que nosotros las juntamos», afirmó en 1980.
Las canciones de McCartney dominaban el enganchado, así que fue el que llevó la batuta para hacerlo funcionar. Los Beatles empezaron por grabar la breve pieza final que daría fin al medley (que por entonces se llamaba «Ending», y que luego se llamaría «The End») el 23 de julio, y en los días siguientes hicieron «Sun King», «Mean Mr. Mustard», «Polythene Pam» y «She Came in through the Bathroom Window». Todavía no sabían cómo iban a encajar las partes. Finalmente, el error de un operador de cinta, que adosó «Her Majesty» de 23 segundos al final del enganchado, les dio el orden que más les gustó.
La grabación de «Because» de Lennon, que empezó el 1 de agosto, fue la última canción nueva que le agregaron al disco; su armonía tripartita constituye una de las performances vocales más notables de la banda. Las tres semanas siguientes se dedicaron a grabar overdubs, editar y añadir algunos toques finales. El 5 de agosto, Harrison hizo traer un enorme sintetizador Moog al estudio para que McCartney, Lennon y él incorporaran sus sonidos ultraterrenos a algunas de las canciones.
La sesión de fotos de la emblemática tapa tuvo lugar el 8, un día muy caluroso en Londres (posiblemente el motivo de que McCartney aparezca descalzo). Los Beatles fueron retratados saliendo del estudio en el que habían pasado miles de horas a lo largo de los años.
El orden del disco les ofreció otra oportunidad para exprimirle sentido a su última obra. Originalmente, el álbum seguía la secuencia inversa a la que conocemos. De todos modos, al final decidieron que el lado A cerraría con la apocalíptica y cortada «I Want You (She’s So Heavy)» y que el Lado B terminaría con el enganchado y su anti-coda, «Her Majesty».
Ambas caras de Abbey Road terminaban abruptamente sin resolución, y el final de la banda se veía venir con claridad: la única pregunta era cuándo. «Fue un disco muy feliz», diría George Martin luego. «Supongo que habrá sido feliz porque todos sabían que iba a ser el último.»
El 12 de septiembre, charlando con algunos periodistas, Lennon afirmó que, si bien había tocado con otros músicos, «si quisiera hacer un disco, elegiría a los Beatles», y que volverían a grabar en enero, alrededor de la época en que lanzarían el documental que estaban preparando, Get Back. Ese mismo día, el promotor John Brower invitó a Lennon a asistir al festival Rock & Roll Revival en Toronto (del que participarían Chuck Berry, Little Richard y Jerry Lee Lewis, entre otros). Impulsivamente, Lennon se ofreció a tocar también. Al día siguiente, viajó a Canadá con una improvisada Plastic Ono Band, hizo el show esa noche (editado como Live Peace in Toronto 1969 tres meses después), y luego decidió de inmediato renunciar a los Beatles.
Cuando volvió, les dijo a sus compañeros que se iba. Acordaron no decir nada. Allen Klein les estaba tramitando un nuevo contrato muy lucrativo, y en cualquier caso, tanto Harrison como Starr ya habían renunciado y luego habían vuelto. Sin embargo, pocos días después, Lennon grabó la versión single de «Cold Turkey» con Plastic Ono Band (en este caso, Starr, Eric Clapton y el histórico colaborador de los Beatles, Klaus Voormann) en vez de con los Beatles.
Todavía habría algunas actividades de los Beatles: un corto promocional de «Something» (en el que los integrantes de la banda no aparecían juntos); otro single navideño para el fan club (para el cual enviaron sus colaboraciones por separado); y un par de sesiones de grabación para terminar Let It Be (a las que Lennon faltó). Abbey Road fue, en muchos sentidos, la culminación de lo que los Beatles habían intentado hacer como banda. Pero cuando llegó a las bateas, el 1° de octubre de 1969, los Beatles habían muerto.
Fuente Original: Rolling Stone Argentina
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar