Tal vez en 2007 no existían las redes sociales y el internet era una cosa de gente privilegiada, pero nadie, absolutamente nadie olvidará que un 16 de febrero, Britney Spears perdió la cabeza o mejor dicho, se rapó la cabeza en una peluquería mientras se miraba al espejo con los ojos perdidos frente a una decena de paparazzi.
En su momento, se dijo que la princesa del pop no pudo soportar la presión de una industria cruel que necesitaba de ella, ni tampoco su divorcio de quien creía era el amor de su vida, Kevin Federline, con quien tuvo dos hijos.
Ahora, más de una década después, nos encontramos con que vuelve a caer en crisis pero ahora a causa de la salud de su padre, la cual es inestable y delicada (ya lleva un año así). Como consecuencia, a principio de mes se anunció que Britney Spears sería ingresada a un centro de salud mental luego de sufrir un periodo de estrés emocional.
El sitio encargado de mostrar las imágenes fue TMZ. En ellas, aparece la cantante saliendo del hotel Montage en Beverly Hills acompañada de su novio, Sam Asghari, con quien según el portal, celebró Pascua.
Las fotografías muestran a una Britney muy acabada, con cara de preocupación con poco cabello en un lado. Esto, según la prensa internacional, se debe a las secuelas de su estrés emocional a causa de la enfermedad de su padre.
Se sabe que Britney Spears estaría internada en el centro de salud mental durante 30 días, y de hecho TMZ informó que ella todavía seguía internada la semana pasada, por lo que esta salida puede ser un break por las festividades.