El personaje interpretado por Joaquín Phoenix está funcionando a la perfección en taquilla, y todavía mejor en crítica, representando un cambio de paradigma en lo visto antes en el cine de superhéroes.
Joker ha pasado de crear expectación por su galardón en el festival de Venecia y los -aparentemente inflados- avisos sobre su violencia a convertirse en una realidad palpable. A fecha de este miércoles la película dirigida por Todd Phillips y protagonizada por Joaquín Phoenix ha recaudado 272 millones de dólares en taquilla en todo el mundo.
Fue el mejor estreno en un fin de semana de octubre, superando a Venom, y en España también superó el arranque que tuvo hace más de 10 años la celebrada cinta del último Joker que habíamos visto en pantalla (borremos a Jared Leto, por favor): Heath Ledger en el Caballero Oscuro.
Los analistas tienen dos perspectivas sobre cómo puede ser su continuación en taquilla: ir a más gracias a los comentarios, el boca-oído, y la posibilidad de que mucha gente no fuera el primer fin de semana por lo avisos de que podría ser demasiado dura, o que bien se pueda ir desinflando poco a poco ya que, al contrario de otras cintas basadas en cómics, no parece que vaya a tener tanto tirón para que la gente vuelva una segunda vez al cine.
Pero lo que está claro es que ya es un éxito. Con ‘solo’ 80 millones de presupuesto Warner ha encontrado en Joker un filón que en el cine superheroico solo se había visto en términos de rentabilidad con Deadpool. Queda mucho y seguramente sea complicado por su calificación R que llegue a batir a Aquaman, récord de recaudación de DC/Warner con 1.147 millones, pero no cabe duda de que puede convertirse en la película más rentable del estudio en años, el cual había tenido más de un resbalón en su apuesta por crear un Universo Extendido similar al de Marvel con los personajes de Detective Comics.
Ahora bien, el Joker también es una cinta de extremos. Desde la controversia y el hypeinicial a los comentarios una vez estrenada. Para algunos es seria candidata a mejor película del año y, por supuesto, con Phoenix directo al Oscar. Por el contrario, los fans más acérrimos a los cómics pueden incluso renegar de ella por cómo cambia la visión del personaje, al tiempo que parece evidente que tiene mucho más de drama que de cine de género superheroico. Algunas de las críticas negativas a Todd Phillips de los últimos días le echan en cara que la película podría haberse llamado de cualquier otra forma, y que eliminado algunos detalles, la historia de la perturbación de Arthur Fleck podría haber sido una gran película sin necesidad de tomar el nombre de Joker, el cual en cualquier caso ha sido un gran reclamo comercial.
Dejando opiniones a un lado, no cabe duda de que el Joker ha cambiado el paradigma de lo que se esperaba de una cinta inspirada en un personaje de cómic, al menos para el público que equiparaba todo el mundo comiquero con el color y la intensidad que ha impuesto durante la última década el UCM. ¿Pero cómo puede afectar su éxito al mundo audiovisual de DC y del género en particular?
DC se libera del ansia de seguir a Marvel
Para entender hasta qué punto en DC/Warner pueden estar dando palmas con el éxito de Joker es necesario echar el reloj atrás. En concreto cuando el estudio comenzó a trazar su Universo Extendido de DC en 2013 en una clara apuesta por seguir la estela ya entonces exitosa de los superhéroes de Marvel en la gran pantalla.
En total se han estrenado 7 películas bajo este supuesto universo compartido. Desde El Hombre de Acero de 2013 a Shazam! (2018). Pero, por el camino, han cambiado muchos las cosas.
En un comienzo, DC confió a Zack Snyder para conformar su visión de su universo. El director de 300 o Watchmen parecía tener una potencia visual que casaba a la perfección con los personajes. Pero todo se fue torciendo, seguramente por falta de planificación. La segunda y la tercera película del DCEU –Batman v Superman y Escuadrón Suicida– fueron dos despropósitos. En la primera, porque seguramente se quiso presentar a Batman y todos los personajes que formarían La Liga de la Justicia antes de tener una película de introducción de cada uno.
Esto, sumado a las disputas sobre el montaje entre Snyder y el estudio, acabó provocando una cinta que aunque el tiempo puede poner en mejor lugar que todos los palos que recibió en inicio, parecía precipitada. “Da la impresión de que intentaron construir la casa por el tejado.Tanto esta película como Suicide Squad funcionaron en taquilla, aunque se quedaron lejos de las expectativas de recaudación de Warner, pero no en crítica. En concreto de El escuadrón suicida, parece que solo salió en gracia el personaje de Harley Quinn, que tendrá su propia cinta camuflada bajo Aves de Presa el año que viene.