¿El final de The Big Bang Theory fue mejor que el de Game of Thrones?
Escrito por AbelitoMusic el junio 3, 2019
Tras 12 temporadas con toneladas de risas (y burlas) ha terminado por fin The Big Bang Theory. Este 2 de junio de 2019 se emitió en América Latina (en Estados Unidos salió desde mayo) el episodio final de la serie y es imposible no compararlo con la otra gran producción que terminó hace unas semanas: Game of Thrones.
The Big Bang Theory siempre fue The Big Bang Theory
Desde su primera temporada la serie fue criticada por intentar ser algo 100% geek y nerd, cuando en realidad era más bien una sit-com de humor mecánico; en donde el flujo de la historia y los chistes parecía responder más a una plantilla de montaje que al culto verdadero de esta subcultura.
Sin embargo, The Big Bang Theory siempre fue fiel a esos parámetros. No hubo un solo episodio en donde hayan traicionado esa premisa o donde intentaran alguna clase de validación real por parte de la comunidad que explotaban para elaborar sus chistes.
Así que en ese sentido la serie siempre fue un refugio seguro y constante. Como estereotipos de la comunidad geek y nerd, Sheldon, Leonard y compañía podrían resultan absurdos y hasta ofensivos para muchos.
Pero todos como personajes se mantuvieron relativamente fieles a su esencia y evolucionaron a su modo; con su visión del mundo y sus relaciones. Para llegar a un momento climático muy predecible en el último episodio, pero que igual fue muy emotivo, entrañable y grato.
Un final que no decepciona, a su manera
Aquí empiezan los spoilers que en realidad son irrelevantes y hasta obvios.
El arco de los dos episodios finales, The Change Constant, y The Stockholm Syndrome, se enfocan en la personalidad de Sheldon, sus factores más negativos y las relaciones que de alguna forma ha logrado mantener en todos estos años.
Como siempre hay un problema que termina en tensión el penúltimo episodio y se enfocar a su resolución al final. Que llega al momento de mayor complacencia con Sheldon y Amy ganando el premio Nobel. Ahí, contra todo pronóstico y expectativa, Sheldon tira a la basura su texto preparado y egocéntrico; da señales de que por fin ha madurado y nos regala un emotivo discurso que remite a todo lo vivido estos 12 años. Mostrando una faceta vulnerable y emocional del personaje.
Luego vienen los chistes y el cierre de algunos cabos que nadie pidió con un montón de name-dropping geek y nerd. Un tanto hueco. Pero que igual resulta agradable. Porque esto siempre fue así.En este sentido los dos últimos capítulos de The Big Bang Theory son algo lentos, mecánicos y autocomplacientes para los gustos generales. Pero esa escena del discurso logra redimir todo sobre una serie que siempre se mantuvo corriendo en círculos sin riesgos. Y esto estaba bien, sólo buscaba entretener, no cambiar la narrativa de su género para siempre.