Muchas de las tradiciones normales de una boda cambiarán un poco en elcasamiento del príncipe Harry y Meghan Markle. Por ejemplo, la pareja pidió que en lugar de regalos de boda se hagan donaciones a caridades en su honor, como forma de ayudar a otras personas. Además de ser un gesto amable es totalmente lógico: ¿qué puede regalarle un invitado a alguien de la realeza? ¿Una tostadora es suficiente?
Pero la Reina Isabel siempre está dispuesta a hacer algo diferente al resto, así que ella prefiere dar un regalo de bodas a la pareja. Probablemente sea la única capaz de brindarles algo que supere las expectativas y que no tengan al momento. Así que según la última información le dará a su nieto y a su futura esposa nada menos que una casa como obsequio. Pero no será cualquier casa: es una mansión, una enorme propiedad llamada York Cottage en Sandringham.
No hay confirmación, pero la costumbre lo dicta
Aunque no hay confirmación oficial sobre el regalo, muchos medios ya lo anunciaron como una realidad. Tampoco suena muy extraño, porque la Reina tiene costumbre de regalar propiedades a sus parientes. Kate y William recibieron Anmer Hall en 2011 tras la boda y su propio hijo, Carlos, recibió Birkhall.
York Cottage fue heredado por la Reina tras la muerte de su padre, el rey Jorge VI. La propiedades está en la familia desde 1862. Meghan se ha unido a celebraciones familiares en ese lugar, así que ya lo conoce bien. Da mucha envidia ese regalo de bodas, ¿no te parece?