El asesinato de George Floyd a manos de un policía blanco, ha provocado quizás, uno de los sacudones culturales más notorios de los últimos años. A las discusiones, debates y un renovado interés por la discusión sobre el racismo y el prejuicio en Norteamérica, ahora la industria del espectáculo atraviesa un escrutinio minucioso que está provocando todo tipo de polémica. ¿Lo más reciente? La eliminación de capítulos de series emblemáticas por su contenido “ofensivo”.
¿Está la industria del espectáculo en el tránsito de un cambio definitivo, que haga sus contenidos un reflejo de la sensibilidad contemporánea sobre el racismo? Todo parece indicar que las protestas que provocaron el asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd, a manos de un policía blanco, están teniendo el impacto suficiente como para sacudir las bases del espectáculo tal y como lo conocemos.
A la revisión de imágenes de marcas emblemáticas por contener contenido con racismo, el debate alrededor de clásicos del cine que promueven ideas romantizadas sobre la esclavitud y la discriminación.
Incluso debates tan preocupantes como la forma en que la cultura pop influye en el discurso sobre la segregación, se une la iniciativa de varios canales y productoras de eliminar capítulos de series emblemáticas cuya trama incluya contenido “ofensivo”. Las primeras en sufrir las inmediatas consecuencias de la decisión han sido Community, The Office y Los Simpson.
Por supuesto, era inevitable que mientras EE.UU. atraviesa una de las grandes crisis raciales y culturales de su historia. La caja de resonancia de la cultura pop no sólo mostrará los cambios inmediatos que una situación semejante puede provocar, sino que además se enfrentará a una coyuntura sin precedentes.
Con menor o mayor acierto, cadenas como HBO Max, Netflix y NBC tratan de traducir el malestar social en una respuesta efectiva. Sin embargo, están teniendo un impacto directo en los históricos de diversas series clásicas que, analizadas a la distancia de una nueva sensibilidad social, deben enfrentar censura o al menos a una revisión cuidadosa de su contenido.