Esposa del hijo de Cher la acusa por asuntos legales

La cantante Cher habría secuestrado a un grupo de hombres para secuestrar a su problemático hijo, Elijah Blue Allman, cuando éste se encontraba en el hotel Chateau Marmont de Los Ángeles intentando arreglar su matrimonio con Marienangela King. Tal y como ha podido saber The New York Post por documentos judiciales, los hechos se habrían producido en noviembre del año pasado cuando cuatro personas irrumpieron en la habitación donde dormía la pareja.

Ha sido la nuera de la artista quien ha destapado lo sucedido en una declaración judicial enmarcada en el proceso legal para disolver el matrimonio después de no superar sus problemas conyugales aún habiéndose dado una segunda oportunidad.

Ese día «cuatro hombres irrumpieron en la habitación» cuando ya estaban juntos. Visiblemente alterada, Mariangela les pidió explicaciones y uno de ellos le dijo que habían sido contratados «por la madre de Elijah». «A día de hoy desconozco su paradero y su estado de salud», ha asegurado. La razón que podría llevado a la conocida actriz a este extremo sería la preocupación de ésta por su adicción a las drogas y el alcohol.

Tal y como reveló él mismo, empezó a consumir «casi al mismo tiempo que todos, alrededor de los 11 años». Se volvió adicto a la marihuana y el éxtasis, aunque reconoció haber probado de todo, como heroína y opiáceos. De hecho, afirmaba que la heroína le había salvado la vida: «Si no hubiera tenido heroína en ese momento, no sé qué habría hecho. Podría haber saltado de un puente», sentenciaba.

La llegada a su vida de Mariangela King le enderezó durante un tiempo, pero no llegó a recuperarse del todo tras su primera temporada de rehabilitación y volvió a recaer de forma intermitente. Según las últimas noticias, éste permaneció en el famoso hotel Chateau Marmont de West Hollywood durante seis meses antes de regresar recientemente a rehabilitación tras la mediación de su madre.

En palabras de los propios trabajadores del hotel, se veía todas las mañanas a Elijah apoyado contra la pared o sentado en la acera fumando un cigarrillo. «Cuando lo terminaba, se desmayaba. Siempre parecía como si estuviera sumergido en algo. Se le veía desaliñado y desorientado, como si fuera una persona que vive en la calle».

Cansada de ver cómo su hijo malgastaba su vida y no lograba remontar, pese a organizar incluso el secuestro contrató un cuidador para que le vigilase y evitase que cayese en las andadas o, al menos, no deambulase por la calle bajo los efectos de las drogas. Pese a ello, el pasado 14 de septiembre el joven fue encontrado inconsciente boca abajo en la acera frente a su hotel. Le auxiliaron, pero dos días después la policía le desalojó y ordenó su ingreso en un centro de desintoxicación de Pasadena, donde permanece a día de hoy.