FREDDIE MERCURY: Nos colamos en la fiesta de cumpleaños más salvaje del líder de Queen
Escrito por Admin2 el septiembre 7, 2020
Cuenta la leyenda, y no tanto la leyenda como muchos de los asistentes, que las fiestas de cumpleaños de Freddie Mercury eran legendarias. Al líder de Queen le precedía su reputación como uno de los mayores organizadores de eventos llenos de lujo y ostentación. Cada 5 de septiembre, el día de su cumpleaños, unos pocos privilegiados eran citados para disfrutar en las fiestas más locas y privadas que se podían imaginar.
Una de esas grandes celebraciones tuvo lugar en 1985, cuando Mercury decidió celebrar sus 39 años con una fiesta que sería recordada para la posteridad. Según cuenta el periodista musical David Wigg en el documental A Kind of Magic (2006), el lema de la estrella de la música era «La vida vale la pena vivirla», por lo que, dice, se gastaba una fortuna en tener a sus invitados bien atendidos. Se dice que en esta ocasión se gastó 20.000 libras.
No solo se encargaba de que el champán nunca se acabara durante los cinco días que solían durar este tipo de eventos, sino que usaba ese dinero para transportar a sus amigos desde Londres a Nueva York en el Concorde y alquiló una suite del hotel Berkinshire Place.
Según cuenta el que fuera su pareja hasta su muerte, Jim Hutton, en su libro de memorias, él tuvo la idea de la temática de la fiesta. «Sugerí que debía ser una fiesta de blanco y negro y pareció gustarle la idea. Como era típico, Freddie la convirtió en un acontecimiento inaudito e impactante, un baile de blanco y negro travesti«.
El cantante alquiló un local en Munich, lo redecoró y amuebló solamente en blanco y negro y encargó rosas solo de este color. El 5 de septiembre de 1985 viajó con Jim Hutton, Mary Austin a la ciudad alemana con un montón de ropa y complementos extravagantes como equipaje. Según el relato de Hutton, pasar por la aduana inglesa fue toda una odisea.
Una vez asentados en su apartamento, comenzaron a llegar los invitados, que eran acomodados en el hotel Hilton de la ciudad. «He estado en muchas fiestas del mundo del espectáculo: Elizabeth Taylor, Elton John, Madonna... y la fiesta número 39 de Freddie fue la fiesta más extravagante, imaginativa y sexy en la que he estado», recuerda David Wigg en el citado documental.
Por su parte, Rudi Dolezal, director de cine austriaco que grabó el video de Living On My Own, describió la noche como «la fiesta más loca a la que he estado, y he estado de gira con The Rolling Stones y Bon Jovi«.
Freddie Mercury, líder de Queen, actúa en el Royal Albert Hall de Londres en 1985. / Phil Dent/Redferns
Los atuendos de esa noche aún se recuerdan en la actualidad. Freddie vestía un leotardo de arlequín en blanco y negro y una chaqueta de estilo militar, diseñada por los Emanuels, quienes hicieron el vestido de novia de su amiga personal Lady Di.
La mayoría de los invitados al exclusivo evento eran alemanes, muchos de ellos miembros del colectivo LGTBIQ y amigos del cumpleañero. Wigg contó en una ocasión al diario Telegraph que los invitados más jóvenes «casi no llevaban nada puesto» y a medida que pasaba la noche, «los disfraces parecían cada vez menos».
Durante toda la fiesta habían cámaras de cine filmando, y es que el propósito inicial era obtener material para su video de Living on my own, de su disco solista Mr. Bad Guy. 50 horas de material fueron finalmente registradas.
En el momento más importante de la noche, cuando cantaron el ‘cumpleñaos feliz’, una gran tarta con forma de piano de cola apareció en medio de la multitud. «Era tan grande que cada uno de los trescientos invitados tuvo su tajada», recordaba la pareja de Mercury.
Pero la velada no acabó bien. En un momento dado, Freddie sufrió un desvanecimiento, mostrando signos de agotamiento total. «Todo lo que había para beber esa noche era champán y más champán. Todos tomamos unas copas, pero Freddie se había pasado por completo. Circulaban drogas y alguien les había dado algún tipo de mezcla peligrosa. Aunque le gustaba la cocaína, no le gustaba experimentar con drogas distintas. Quedó muy destrozado por la experiencia», relató Hutton. Después de recuperarse, Freddie volvió mientras los que aún quedaban allí intentaban recomponerse de la resaca, y se empeñó en filmar más materia para el vídeo.
¿Enanos con bandejas de cocaína?
En esa fiesta, como se ha documentado, hubo travestis, strippers, alcohol, drogas, carruajes de caballos y todo tipo de ropas y ausencia de ellas. Pero una de las leyendas más extendidas es la de la existencia de enanos con bandejas de cocaína en la cabeza.
En el documental A Kind of Magic, el periodista David Wigg asegura: «Nunca vi enanos con cocaína, así que no sé de dónde vino eso». Una declaración similar a la de Roger Taylor, el batería de Queen: «La idea era simplemente divertirse y que las personas liberaran sus mentes un poco, con el exceso de todo. Muchas de las historias son exageradas. De hecho, los enanos con bandejas de cocaína, no sé de dónde salió eso. Lo de los luchadores en el barro sí es cierto».
Después de que se publicara Living on my own, el videoclip que recoge (lo que se podía enseñar de) la fiesta, Jim Hutton se dio cuenta de que, muy a pesar, aparecía en varias escenas. «Cuando apareció el vídeo, para mi asombro fui incluido por un breve instante, bailando a solas sin camisa. Freddie era tan puntilloso con la edición de sus vídeos que debió haber insistido en que me incluyeran. El vídeo nunca fue lanzado en Norteamérica porque CBS creía que era demasiado escandaloso: para ellos era demasiado travestismo», concluyó Hutton en Mercury y yo, su libro de memorias.