Hoy hace seis meses que se declaró la pandemia de coronavirus: ¿qué hemos aprendido desde entonces?
Escrito por Admin2 el septiembre 11, 2020
El pasado 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud declaró el brote de coronavirus iniciado tres meses atrás en Wuhan como pandemia. Han pasado muchas cosas desde entonces. Los países han ido cayendo como una hilera de fichas de dominó. A medida que unos caían, otros se levantaban, muchos para volver a caer semanas o meses después. Los confinamientos se sucedían, hasta el punto de llegar un momento en que un tercio del planeta tenía a sus habitantes aislados. Las cosas han ido cambiando, algunas para bien, otras para mal. Y mientras, sin parar, científicos de todo el mundo han dado lo mejor de sí mismos para que todos podamos conocer un poco mejor a este virus. Gracias a ellos, tenemos muchos más conocimientos tras estos seis meses de pandemia.
Sabemos mejor cómo actúa y cuáles son las mejores formas de prevenirlo. Incluso tenemos varias vacunas en marcha, algunas en una fase de desarrollo muy avanzada. Sin duda, sigue habiendo muchas sombras, pero al menos hemos ido encontrando un poco de luz en el camino. ¿Pero qué ha cambiado? ¿Qué sabemos y qué no desde la primera vez que escuchamos el nombre de este virus? Este es un pequeño resumen.
Su origen
Apenas unos días después de dar a conocer la existencia de un virus misterioso que causaba neumonías en la ciudad de Wuhan, los científicos chinos ya habían aislado el patógeno y secuenciado su genoma.
Este fue un paso vital, tanto para la búsqueda de vacunas y tratamientos como para el desarrollo de test de diagnóstico muy específicos. Pero, sin duda, también para conocer un poco más sobre el SARS-CoV-2.
En un inicio se apuntó a un mercado de marisco ubicado en la ciudad de Wuhan como origen del brote, posiblemente por el consumo de algún animal infectado. ¿Pero cuál era ese animal? A día de hoy, tras seis meses de pandemia, no se sabe con seguridad. El estudio del ARN viral muestra un parecido suficientemente alto con coronavirus de murciélagocomo para apuntar a este animal como su reservorio.
Sin embargo, se sospecha que debió haber una especie de transición. Si bien en un momento se apuntó a las serpientes, el candidato más señalado por la mayoría de investigaciones es el pangolín. Sea como sea, no está al cien por cien claro si fue este animal, como tampoco lo está que realmente fuera Wuhan el origen de todo. De hecho, un estudio publicado en Nature en marzo señala que el virus podría haber circulado sin ser detectado mucho antes de llegar a aquel mercado.
¿Qué sabemos sobre su transmisión tras seis meses de pandemia?
Cuando el SARS-CoV-2 se descubrió, causaba principalmente neumonías. Esto hizo que se concibiera como un virus principalmente respiratorio. Y sí que lo es, aunque los receptores se encuentran en otros muchos órganos humanos, de ahí que genere una cantidad tan variada de síntomas.
Sin embargo, hoy sabemos que, aunque puede ocurrir y deben seguir tomándose medidas, el contagio por contacto es más difícil de lo que se pensaba entonces. El propio Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos lo aclaraba en un informe reciente y la viróloga Margarita del Vallo explicaba en una entrevista.
En cambio, el contagio por vía aérea es más fácil de lo que se pensó entonces. El virus viaja principalmente en gotículas, que caen rápidamente al suelo y solo se transmiten a una distancia determinada, en torno a dos metros. Sin embargo, el pasado mes de julio, siguiendo las recomendaciones de científicos de todo el mundo, la OMS admitió que también podría transmitirse por aerosoles, con lo cual viajaría más lejos de esa distancia, especialmente en lugares con poca ventilación.
Factores que aumentan la probabilidad de contagio
Con casi 28 millones de personas infectadas en todo el mundo, hoy en día disponemos de muchos datos sobre los factores que aumentan las posibilidades de contagio.
Por ejemplo, si la ventilación es nula o insuficiente, personas situadas a más de dos metros de distancia pueden contagiar el virus. No hay más que ver el caso publicado recientemente sobre un Starbucks de Corea del Sur, en el que se contagiaron 27 personas en solo dos horas.
También influye notablemente el tiempo de exposición, de ahí que, en España, se rastree a las personas que estuvieron con los contagiaos durante más de 15 minutos.
Finalmente, el volumen con el que se habla es otro factor que puede facilitar el contagio. Por ejemplo, una persona que grita o canta contagiará más que otra habla en voz baja o está en silencio. Este es precisamente el motivo por el que se han dado varios brotes en centros religiosos de todo el mundo.
Sí, las mascarillas funcionan
Si bien en un principio se recomendó el uso de mascarillas solo para sanitarios y personas muy expuestas al virus, tras seis meses de pandemia sabemos que son una herramienta vital para evitar contagios.
Numerosos estudios han demostrado que si en un grupo de personas que interactúan todas llevan correctamente las mascarillas, la posibilidad de que se transmita el virus se reduce notablemente.
Un buen ejemplo de ello es el caso que se publicó este verano de dos peluqueros que, a pesar de haber trabajado con síntomas, no contagiaron a ninguno de sus clientes.
El papel de los asintomáticos tras seis meses de pandemia
La existencia de personas asintomáticas no tardó en descubrirse durante el brote chino con el que comenzó todo. No era algo raro. Al fin y al cabo, son muchas las patologías en las que se conoce la existencia de pacientes que nunca llegan a desarrollar síntomas.
Lo que inicialmente no estaba claro es si eran contagiosos o no. Sin embargo, con el tiempo se ha descubierto que, a pesar de ser menos probable que el contagio desde una persona sintomática, sí que pueden contagiar la enfermedad, de ahí que sea tan importante el rastreo de contactos una vez que se detecta un caso.