¿Qué hubiera sucedido si Kurt Cobain, Amy Winehouse, Jimi Hendrix o Jim Morrison no se hubiesen “unido” al Club de los 27? La respuesta continuará siendo un misterio, pero una organización se dio a la tarea de crear canciones que se asemejan mucho a la música original de estos artistas.
Lost Tapes of the 27 Club es el nombre de este proyecto creado por Over the Bridge, una Fundación canadiense que ofrece ayuda a los miembros de la industria musical que se enfrenten a dificultades a causa de las enfermedades mentales. “De algún modo en este negocio, la depresión es normalizada y romantizada… Su música es vida como un sufrimiento auténtico”, dice Sean O’Connor, uno de sus directores.
Por ahora, son solamente cuatro los temas que conforman el álbum: Drowned in the Sun, al estilo de Nirvana; Man, I Know, al estilo de Amy Winehouse; The Roads Are Alive, al estilo de The Doors; y You’re Gonna Kill Me, al estilo de Jimi Hendrix. Cada uno de ellos fue creado con Magenta, un programa de inteligencia artificial (IA) que analizó cerca de 30 canciones de cada artista como archivos en formato MIDI, y luego tradujo su tono y ritmo a un código digital que puede ser interpretado por un sintetizador para recrear una canción.
O’Connor explica que para lograrlo, dividieron los elementos principales de la música como las melodías de las voces o las guitarras, y los fueron pasando uno por uno por Magenta. “Si pones canciones completas, el programa comienza a confundirse sobre cómo se supone que debe sonar”, añade. “Pero si solo tienes unos cuantos riffs, sacará alrededor de cinco minutos de unos nuevos escritos por I. El 90% los cuales son realmente malos e imposibles de escuchar, entonces comienzas a prestar atención hasta encontrar pequeños momentos que sean interesantes”.
Un proceso similar se utilizó para la creación de las letras ya que gracias a una red neuronal artificial, pudieron introducir algunas palabras para que el programa se encargara de aportar la cadencia y el tono de la poesía para completarlas.
Con este proyecto, Over the Bridge espera principalmente crear más consciencia sobre las enfermedades mentales, aunque no descarta generar más reconocimiento sobre el esfuerzo que hay detrás de la música creada a partir de inteligencia artificial. “Mucha gente pensará que la IA va a reemplazar a los músicos en algún punto, pero es significativo el número de personas que se necesitan para llegar al punto en que una canción pueda ser escuchable”, dice Michael Scriven, un representante de Lemmon Entertainment. “No vamos a oprimir un botón para reemplazar a estos artistas”, complementa O’Connor.