La razón por la que Kurt Cobain odiaba ‘SMELLS LIKE TEEN SPIRIT’ de Nirvana
Escrito por Admin2 el septiembre 29, 2020
Hay canciones que son mucho más que eso, que sirven para contextualizar una época en concreto, una forma de ver la realidad y que suponen un cambio de paradigma en lo que ocurre en el momento. Algo así ocurrió cuando Nirvana publicó su himno Smells Like Teen Spirit, que canalizó el descontento de toda una generación. Es una canción que, como expone Far Out Magazine, ha trascendido los cánones de la música y se ha convertido, y sigue siendo, un símbolo de ese sentimiento antiautoritario y del descontento generacional.
La canción sigue siendo una de las favoritas de todos los que la escuchan, especialmente de los fans de la banda, la verdad es que el líder y espíritu de esta, Kurt Cobain, nunca la tomó en serio desde el principio. Desde entonces se ha convertido en un símbolo de todas las cosas que Cobain odiaba sobre el ascenso de Nirvana a la prominencia y la fama no deseada.
A pesar de todas las reflexiones que rodean al líder de Nirvana, es extraño pensar que Cobain en realidad nunca quiso ponerse delante de un micrófono. Por contra, estaba más que feliz escondido al fondo para tocar su guitarra. En una entrevista de 1994 con Rolling Stone confesó: «Nunca quise cantar, solo quería tocar la guitarra rítmica, esconderme en la parte de atrás y tocar. Durante esos años de secundaria, cuando tocaba la guitarra en mi habitación, al menos tenía la intuición de que tenía que escribir mis propias canciones«.
Unos años después de los humildes comienzos de Nirvana a fines de la década de 1980, una de las canciones de Cobain definiría a toda una generación y ahora vive para siempre en el panteón de las grandes canciones de rock. La aparición de Smells Like Teen Spirit se produjo junto con el revolucionario álbum Nevermind y revolucionó la música tal y como era entendida hasta ese momento. El álbum y el movimiento grunge llegaron como una bofetada, una gran llamada de atención, para sacudir irreversiblemente la industria de la música.
La canción fue una pista que rompió las barreras del rock y mostró que, si se hace correctamente, cualquier banda podría atravesar las listas de éxitos del pop. Este fue un concepto, no obstante, con el que Cobain tuvo algunos problemas.
Al final, Cobain tuvo que comprender la amplitud de los nuevos seguidores de Nirvana, y le dijo a Rolling Stone: «No tengo tantos juicios sobre ellos como solía, he llegado a un acuerdo sobre por qué están allí y por qué nosotros estamos aquí». Sin embargo, en esa misma entrevista, resaltaría por qué despreciaba tanto la canción y los fanáticos que la acompañaban, negándose a menudo a tocarla en los shows en vivo.
El cantante de Nirvana, Kurt Cobain, en un concierto en Frankfurt, Alemania, en 1991. / Paul Bergen/Redferns
«Todo el mundo se ha centrado mucho en esa canción», continuó Cobain. «La razón por la que tiene una gran reacción es que la gente lo ha visto en MTV un millón de veces. Pero creo que hay tantas otras canciones que he escrito que son tan buenas, si no mejores, que esa canción, como Drain You. Me encanta la letra y nunca me canso de tocarla. Tal vez si fuera tan grande como Teen Spirit, no me gustaría tanto».
Una canción que comenzó como un homenaje a una de sus bandas favoritas, con una broma interna formando parte de su letra, se convirtió en el himno grunge por excelencia. Desafortunadamente, hay una ironía no deseada por Cobain que sobrevoló la canción. Gracias a ella, se definiría la llamada Generación X, como un colectivo que entraría directamente a convertirse en una diana para publicistas con interés económico en ella. Una forma de mercantilización de ese sentimiento de descontento del que Cobain siempre había tratado de escapar.