Los óscar exigirán mayor inclusividad y diversidad en las películas candidatas

Se trata de una acción que llega tarde, tras las innumerables quejas por parte de colectivos con poca representatividad (¿recordáis el #OscarsSoWhite?) y en una industria con un pasado marcado por la única y exclusiva presencia masculina en los altos cargos directivos. Nombra diez mujeres directoras de cine en Hollywood entre los 40 y los 80 o cinco cineastas afroamericanos anteriores a los 90. Si te cuesta, es que algo iba mal.

Los nuevos estándares de diversidad, llamados Academy Inclusion Standards, serán introducidos de forma gradual en 2022 y 2023 y tendrán plena aplicación en 2024. A partir de esa fecha, todas las películas presentadas en los Óscardeberán cumplir, al menos, dos de cuatro requisitos esenciales.

Según el presidente de la Academia, David Rubin, todo esto «debe reflejar la amplitud de la diversidad global tanto en la creación de películas como en las audiencias que conectan con estas». Rubin considera que la organización «está comprometida con jugar un rol determinante en esa realidad», al tiempo que sostiene que estos «estándares de inclusión serán un catalizador que, a largo plazo, cambien la industria».

1. Representación frente a las cámaras

El primero de los cuatro requisitos esenciales es que las propias películas muestren esa representatividad en la pantalla. Es decir, que uno de los actores o actrices principales o secundarios importantes pertenezca a una minoría étnica y que, al menos, el 30% de los papeles secundarios menores pertenezcan a dos grupos étnicos con escasa representación.

Según la Academia, las personas que se incluyen en los grupos raciales o étnicos sin suficiente representatividad son los asiáticos, hispanos/latinos, negros/afroamericanos, indígenas/nativos americanos/nativos de Alaska, orientales y del norte de África o nativos hawaianos y de otras islas del Pacífico.

2. Representación tras las cámaras

El segundo requisito es que el equipo directivo y parte del personal del proyecto deben representar a esos grupos. Debe haber dos puestos de relevancia (como dirección de fotografía, composición musical, dirección, montaje, maquillaje, etc.) ocupados por mujeres, personas que formen parte del colectivo LGTBIQ+ o que tengan habilidades cognitivas reducidas o sean sordos. Además, uno de esos dos puestos debe estar ocupado por alguien que pertenezca a un grupo étnico minoritario. Si resulta que son dos mujeres, una deberá ser, por ejemplo, afroamericana. El 30% del equipo detrás de las cámaras deberá cumplir esas mismas normas.

3. Fomento del acceso a la industria

Debe haber un mínimo de becarios y aprendices que formen partes de colectivos con poca representación y todos ellos deben haber cobrado en base su trabajo. A los grandes estudios se les exige que tengan un mayor número de becas, mientras que a las productoras independientes o proyectos menores tan solo se les pide que tengan un mínimo de dos. Y siempre, insistimos, que haya un mínimo que forme parte de los colectivos anteriormente mencionados: mujeres, minorías raciales, personas con discapacidad o LGTBIQ.

4. Desarrollo de audiencias inclusivo

El estudio o la compañía debe tener a varios ejecutivos de publicidad, marketing o distribución que formen parte de esas minorías sin representatividad suficiente.

Fuente original: Los40.com