Niño belga de nueve años se gradúa de la universidad
Escrito por AbelitoMusic el noviembre 17, 2019
Un niño belga de nueve años será el estudiante más joven en graduarse en la universidad
Con solo siete años terminó la educación secundaria y hace nueve meses entró a la universidad, que está a punto de terminar
Laurent Simons, de tan solo nueve años, es la perfecta definición de un «prodigio». Comenzó la educación secundaria cuando tenía seis años, y mientras dirigió un proyecto de investigación en el Centro Médico Académico (AMC) en Ámsterdam porque se sentía «aburrido» de lo fácil que era la escuela. Tenía solo siete años cuando obtuvo su diploma de escuela secundaria.
Comenzó sus estudios superiores en la Universidad de Eindhoven en marzo de 2019, y tan solo nueve meses después, ya casi ha terminado con su proyecto final. Al graduarse como ingeniero eléctrico, romperá el récord mundial y se convertirá en el graduado universitario más joven. Actualmente, este título lo posee Michael Kearney, quien se graduó de la Universidad de Alabama con diez años. Pero su reinado, imbatible desde 1994, se tambalea.
Su plan ahora es seguir estudiando un postgrado, por lo que han entrado en liza las mejores universidades del mundo. «Tengo muchas ganas de ir a California, el clima es agradable allí», dijo Laurent, que es mitad holandés y mitad belga y vive en Ámsterdam. Pero el padre de Laurent, Alexander, le dijo al diario que su hijo podría ser tentado con una oferta mejor lejos del sol de California, concretamente por la Universidad de Oxford.
Los profesores de las mejores universidades de los Estados Unidos ya están cortejando a Laurent, a quien le encanta jugar videojuegos, según confiesa. Sus gustos son tan amplios que van desde las matemáticas hasta la medicina, y es su memoria fotográfica lo que lo hace tan especial: en unos días aprende temarios que a una persona con memoria al uso le costaría diez semanas.
Su mentor Peter Baltus, un reconocido profesor de la Universidad de Eindhoven, declaró que era bastante extraño ver a un niño pequeño entre estudiantes de 20 años. Pensó que su presencia iba a ser esporádica, y pronto se dio cuenta de que podía hablar con él como cualquier otro estudiante, incluso mejor que algunos. «A veces olvido que todavía es muy joven», cuenta su profesor.
Más allá de su extraordinaria memoria y sus logros académicos, Laurent es un niño como cualquier otro con nueve años, al que le encantan los animales y jugar con su perro además de visitar a sus abuelos los fines de semana. «Es tan terco como otro niño cuando no le gusta la cena. ¡Y eso sucede mucho!», dice su madre. Eso sí, según cuenta su padre, nunca se interesó demasiado en jugar ni con o otros niños ni con juguetes, más allá de cómo funciona cada uno.
A menudo sueña con ser científico o astronauta, aunque en una entrevista reciente confesó querer desarrollar corazones: «Mi objetivo como científico es prolongar la vida humana. Mis abuelos son pacientes cardíacos y quiero ayudarlos», contó a un periódico belga. Sus padres confiesa que serán felices con lo que Laurent decida estudiar en el futuro, «como si quiere ser carpintero».