A medida que los teléfonos inteligentes se convierten en una parte inherente de nuestra vida, también ocupan un lugar cada vez mayor como una fuente de entretenimiento, especialmente entre los jóvenes. Esto conduce a una disminución de la actividad física. En un estudio reciente presentado en la Asociación de Cardiología de Estados Unidos (ACC), equipo de expertos liderados por Mirary Mantilla-Morrón, analizó a 1.060 estudiantes entre junio y diciembre de 2018. El grupo de estudio estaba formado por 700 mujeres y 360 hombres, con una edad media de 19 años y 20 años respectivamente. De acuerdo con los resultados, quienes usaban el móvil más de cinco horas diarias aumentaban notablemente sus posibilidades de aumentar de peso. Los hombres tenían 36,1% más posibilidades de tener sobrepeso y 42,6% de ser obesos. Las mujeres tenían un 63,9 % más probabilidades de sobrepeso y un 57,4% de ser obesas si se usaba un teléfono inteligente cinco o más horas al día. Esto estaba vinculad tanto a la inactividad física como a que los estudiantes participantes tenían el doble de probabilidades de beber más bebidas azucaradas, comida rápida, dulces y bocadillos.
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«Es importante que la población general sepa y tenga en cuenta que, aunque la tecnología móvil es sin duda atractiva por sus múltiples propósitos, portabilidad, comodidad, acceso a innumerables servicios, información y fuentes de entretenimiento, también debe utilizarse para mejorar los hábitos y comportamientos saludables – concluye Mantilla-Morrón –. Pasar demasiado tiempo con al teléfono facilita los comportamientos sedentarios, reduce el tiempo de actividad física, lo que aumenta el riesgo de muerte prematura, diabetes, enfermedades cardíacas, diferentes tipos de cáncer, malestar osteoarticular y síntomas musculoesqueléticos. Los resultados de este estudio nos permiten destacar una de las principales causas de la obesidad física, un factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular. También hemos determinado que la cantidad de tiempo que una persona está expuesta al uso de tecnologías, específicamente el uso prolongado de teléfonos móviles, está asociada con el desarrollo de la obesidad”.