Una gira histórica y unos archivos perdidos: la historia del nuevo documental de Martin Scorsese sobre Bob Dylan
Escrito por AbelitoMusic el junio 16, 2019
El nombre de Dylan ni siquiera aparecía en las entradas; él era simplemente uno de los artistas que tocaban en el transcurso de estos recitales que muchas veces duraban más de tres horas. Pero cantaba con una pasión feroz, que había estado ausente de la gira de 1974, y ofreció algunas de las interpretaciones más maravillosas de su carrera. Cada noche, mezclaba clásicos como «The Lonesome Death of Hattie Carroll» y «A Hard Rain’s a-Gonna Fall» con un puñado de temas de Blood on the Tracks y una selección de Desire, su disco que aún no había sido editado. Dylan reclutó a Mick Ronson de los Spiders From Mars de Bowie para que tocara la guitarra; la violinista Scarlet Rivera fue literalmente invitada al estudio cuando la vio caminando por la calle con su instrumento. Junto con el bajista Rob Stoner, el baterista Howie Wyethm, el guitarrista/pianista T-Bone Burnett, el guitarrista Steve Stoles y la steel guitar de David Mansfield, creaban un sonido explosivo noche tras noche.
«La idea era armar una gira, una combinación de diferentes artistas en el mismo escenario para una variedad de estilos musicales», dice Dylan en el nuevo documental. «No diría que era un varieté tradicional, pero era una forma tradicional de varieté…». Después hace una pausa, y se lo ve asqueado de sus propias palabras. «¡Esta es pura mierda inútil!», declara.
Durante el fragmento de la gira de 1975, Dylan estaba filmando la película Renaldo and Clara con los realizadores Howard Alk y David Meyers. La película -que mezcla imágenes de recitales con escenas improvisadas con cada uno de los miembros de toda la troupe de la gira- no se estrenaría hasta 1978, y fue ninguneada por casi todos los críticos, que la consideraron un caos pretencioso e impenetrable. El corte original de la película era de cuatro horas, que representaban apenas una pequeña fracción de las imágenes filmadas durante la gira.
Cuando llegó la hora de pensar en otro documental de Dylan tras el impresionante éxito de No Direction Home, su equipo se dio cuenta rápidamente de que el material crudo del período podía ser la base de una película increíble. Había un único problema: «Se había perdido el negativo», dice una fuente cercana al entorno de Dylan. «Lo cual era horripilante. Parte del problema de las corporaciones es la consolidación. Y en la consolidación de nuestro sistema de almacenamiento, de algún modo el sistema de numeración cayó. No hubo forma de encontrar el negativo. Y lo buscamos por todas partes. Man, por todas partes. Ahora está todo en Iron Mountain. Fuimos ahí y no lo pudimos encontrar. Es muy triste. Mi peor miedo es que aparezca mañana. Según lo que sabemos, debe estar en el sótano de algún coleccionista».
Por suerte, sí tenían una copia de trabajo en 16mm de todo en sus archivos. «El término ‘copia de trabajo’ lo explica todo», dice la fuente. «Es la copia que usás para trabajar mientras editás la película, para cortar las imágenes en diferentes partes y después pegarlas con cinta. Por eso estaba toda rota. Nos pareció que iba a tener un aspecto muy cool, tipo años 70, pero Marty [Scorsese], sabiamente, dijo: ‘Tenemos que hacer que esto se vea muy bien, para que parezca del presente'». Su equipo fue cuadro por cuadro y los restauró lo más posible. «Ciertamente, no parece algo filmado hoy, porque tiene el grano y la textura del 16 mm», dice la fuente. «Pero es hermoso».
Nadie del equipo de Dylan sabía exactamente lo que había en esa copia de trabajo. Cuando la repasaron, les alegró encontrar escenas increíbles, como Dylan y Joni Mitchell tocando «Coyote», de ella, en el departamento de Gordon Lightfoot; toda la Rolling Thunder Revue ensayando para la gira en una sala en un hotel mientras unas viejas sorprendidas competían en un torneo de mahjong; Dylan viendo cómo Patti Smith recitaba un poema en un club del East Village e interpretaciones maravillosas de canciones como «Hurricane», «One More Cup of Coffee», y «Knockin’ on Heaven’s Door».
El equipo de Dylan empezó a entrevistar a figuras clave de la gira, como Joan Baez, Roger McGuinn, T-Bone Burnett y Scarlet Rivera hace alrededor de 10 años, aunque Scorsese usó las conversaciones con ellos de manera muy escueta; en el caso de Burnett y Rivera, no usó ninguna entrevista nueva. «Tenía muchas cosas de Scarlet de esa época que encajaban mejor en la película que la Scarlet de hoy», dice la fuente. «T-Bone estuvo fantástico, pero no entraba en la narrativa. Para él está todo bien, lo entiende».
Dylan fue entrevistado hace dos años, en la época en la que Scorsese finalmente se hizo de un tiempo para dedicarle la atención al documental. «Tenía que hacer un largo antes, y en esa época tuvo muchas películas difíciles e increíbles», dice la fuente. «No es que hubiera trabajado todo estos años seguidos en esto». (Como en No Direction Home, Scorsese recibió las imágenes de archivo de mano del equipo de Dylan, y le permitieron hacer la película que él quisiera).
Figuras que han muerto, como Jacques Levy y Mick Ronson, aparecen brevemente en las imágenes de archivo, pero la película no se detiene a considerar sus roles en el paisaje mayor. «Hoy en día hay una cosa llamada Google; cualquiera que esté interesado puede mirar los créditos finales e ir a Wikipedia y ver quién es quién», dice la fuente. «Ese no es el estilo de Marty. El quiere re-contextualizar esto para que sea alguien que viva más allá de su momento, lo cual yo creo que logró». Los proyectos anteriores de Dylan habían sido lanzados por PBS y HBO. Rolling Thunder Revue es la primera realizada junto a Netflix. «Con la muerte del mercado del DVD y las tiendas, Netflix lo puede llevar a la gente de todo el mundo», dice la fuente. «Hay un pueblo en la India que todos los años homenajea a Bob. Se llama Shillong. La gente ahí va a poder ver esta película, y sin Netflix quizás no hubieran podido».
Si bien no quieren revelar demasiados secretos incrustados en la película, la gente de Dylan espera que se justifique verla muchas veces. «Esperamos que la gente la vea varias veces para desentrañar todos sus tesoros», dice la fuente. «Las imágenes de documental se pueden usar de cualquier forma que quieras para contar una historia, y lo que esperamos es que la gente descubra sus propios placeres en esta película».
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