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Johnny Depp y su exesposa, Amber Heard, protagonizaron una de las batallas legales más mediáticas en años recientes. mientras ella lo acusaba de agresiones y violencia doméstica, él defendía que se trataba de difamaciones.
El jurado finalmente falló a su favor, aunque su carrera e imagen pública sufrieron gravemente. Recordando el juicio y sus repercusiones, el actor de Piratas del Caribe se describe como "un conejillo de Indias para el #MeToo".
En 2016, Depp y Heard se divorciaron, con ella acusándolo de maltrato. El actor llevó el caso a los tribunales, primero demandando al periódico británico The Sun, que lo había calificado de "maltratador de esposas", y luego a Heard tras un artículo que ella escribió en The Washington Post. Recientemente, Depp comentó en una entrevista con The Sunday Times: "Mira, ya había ido bastante lejos".
El actor explica que decidió denunciar a su expareja sabiendo a lo que se exponía, afirmando que tenía que "medio destripar" su propia vida. "Todo el mundo me decía: '¡Ya se pasará!' Pero no puedo fiarme. ¿Qué desaparecerá? ¿La ficción extendida alrededor del puto globo? No, no desaparecerá. Si no intento representar la verdad, será como si realmente hubiera cometido los actos de los que se me acusa. Y mis hijos tendrán que vivir con ello", argumenta.
Depp revela que la noche antes del juicio no se sentía nervioso, ya que no se trataba de "memorizar líneas", sino de decir "la verdad". Reconoce que nada iba a ser fácil, pero estaba dispuesto a "luchar hasta el puto amargo final". En su mente, pensaba: "¿Y si acabo echando gasolina? No pasa nada. Ya lo he hecho antes".
Respecto al impacto de las acusaciones de Heard y los juicios posteriores, Depp confiesa que le "dolió" ver cómo algunas personas de la industria cinematográfica le dieron la espalda. Los califica de "falsos hijos de puta que te mienten, te celebran y dicen horrores a tus espaldas, pero se quedan con el dinero". Menciona que hay "tres" personas en particular que lo traicionaron, recordando cómo estaban presentes en las fiestas de sus hijos.
"Entiendo a la gente que no podía dar la cara por mí, porque lo que más miedo les daba era tomar la decisión correcta", añade Depp, recordando que su caso ocurrió "antes de Harvey Weinstein" y subrayando su papel como "un conejillo de Indias para el #MeToo". "Asimilé todo esto, y por eso quería ver quién realmente estaba jugando sobre seguro entre las cientos de personas que he conocido en esta industria", concluye.