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Nadie contaba con ellos pero se quedaron a solo un triunfo del anillo tras un “playoff” inolvidable. Los Indiana Pacers cayeron este domingo en el séptimo encuentro frente a los Oklahoma City Thunder y sufrieron además el final más cruel posible con la lesión de Tyrese Haliburton.
Remontadas épicas, milagros imposibles, victorias de dibujos animados y reacciones volcánicas donde no parecía haber nada. Todo eso han ofrecido estos sensacionales Pacers a las órdenes de un genio de los banquillos como Rick Carlisle.
Pero el destino les reservaba un desenlace amargo y terrible, no solo por perder el título tras siete partidos de impresionante batalla con los todopoderosos Oklahoma City Thunder, que habría sido una de las sorpresas más importantes de la historia de la NBA, sino por la lesión y las lágrimas de un Haliburton que es el emblema del equipo y que acabó totalmente destrozado.
Después de tres triples en cinco minutos, Haliburton, que arrastraba molestias en el gemelo derecho durante todas las Finales que casi le dejan fuera del sexto encuentro, acabó este domingo en el suelo en el ecuador del primer cuarto cuando le falló la pierna derecha por completo y terminó cayendo con un grito de dolor.
La imagen fue escalofriante y dejó en 'shock' al Paycom Center de Oklahoma. Después todo el estadio reaccionó con una ovación mientras el jugador, hundido y sin consuelo, se retiraba al vestuario sin poder apoyar la pierna y con una toalla ocultando su rostro cubierto en lágrimas.
Fiel a su espíritu indomable e irreductible, Indiana siguió peleando pese a tener a su líder fuera de la cancha. Pero finalmente los Pacers, ganadores de tres títulos de la ABA, tendrán que seguir esperando para conquistar su primer anillo de la NBA.
Para el guion de película de Hollywood que han sido estos Pacers, ningún estado podría haber sido un mejor escenario que Indiana, una tierra en la que el baloncesto se venera como una religión.
El año pasado ya se vieron brotes verdes en los Pacers con un estilo ultraofensivo, fascinante y casi suicida. Llegaron a la final de la NBA Cup y en el 'playoff' alcanzaron la final del Este, donde fueron barridos por los Boston Celtics.
Pero entre que se beneficiaron de lesiones de los rivales y que este curso arrancaron con un gris 10-15, lo de Indiana de la temporada anterior parecía más una casualidad que una certeza.
Nada más lejos de la realidad.
Desde el inicio de 2025, los Pacers se convirtieron en un equipo temible, tremendamente compensado y capaz por ejemplo de tener un ataque extremadamente fluido y rico sin enredarse en numerosas pérdidas de balón.
Haliburton era sin duda el director de orquesta pero a su lado, especialmente una vez que arrancó el 'playoff', empezaron a brillar multitud de nombres de un vestuario extremadamente profundo.
Pascal Siakam, quizá uno de los 'all-star' más infravalorados de la liga, rindió a un excelente nivel pero también destacaron Myles Turner como hombre alto, un Andrew Nembhard como jugador para todo, Aaron Nesmith con su defensa más inspiración desde el triple, la potencia de Obi Toppin o las explosiones como suplente de T.J. McConnell.
Cuartos del Este con un balance de 50-32, nadie les situaba como candidatos al anillo. Ni siquiera para reinar en un Este con los Cleveland Cavaliers (64-18) y los Boston Celtics (61-21) como aspirantes destacados.
Pero la magia de los Pacers deslumbró en las eliminatorias hasta ser, con permiso del anillo de los Thunder, la historia más cautivadora y memorable del 'playoff'.
Por el camino, se convirtieron en expertos en remontadas alucinantes con Haliburton como héroe. Cuesta elegir entre un catálogo de milagros sin fin, pero probablemente los más espectaculares fueron el triple -luego de dos puntos- que tocó el cielo del Madison Square Garden antes de caer para forzar la prórroga contra los Knicks o el canastón a falta de 0.3 segundos que sentenció a los Thunder en el primer duelo de las Finales.
Indiana está ahora en vilo por la lesión de Haliburton -todavía sin diagnóstico oficial pero con muy mala perspectiva- y probablemente lamente durante años la oportunidad dorada que dejó escapar en el cuarto encuentro, en el que desperdiciaron un +10 en el tercer cuarto para colocarse con 3-1.
Pero lo que nadie les puede quitar es la ilusión que han llevado de vuelta por el baloncesto al estado de Indiana que también está disfrutando de una explosión en la WNBA con las Fever de Caitlin Clark.
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