



Una adolescente de 14 años fue hallada sin vida en su residencia, en un hecho que las autoridades investigan como un presunto suicidio vinculado a acoso escolar (bullying) por parte de compañeros de su centro educativo, según informaciones preliminares.
El caso ha generado conmoción en la comunidad educativa y vuelve a poner en debate el impacto del acoso psicológico y social en las escuelas del país.
A nivel global, la UNESCO estima que uno de cada tres estudiantes entre 11 y 15 años ha sufrido bullying en el entorno escolar, una situación que, de no ser atendida a tiempo, puede dejar graves secuelas emocionales e incluso derivar en conductas autodestructivas.
Especialistas y organismos internacionales advierten que el acoso escolar no debe considerarse un “juego de muchachos”, sino una forma de violencia que puede afectar la autoestima, el rendimiento académico y la salud mental de los menores.
El caso ha motivado un llamado urgente a padres, docentes y directivos escolares para reforzar la comunicación, la observación y la empatía con los adolescentes.
- “Cuando un joven cambia su conducta, se aísla o muestra señales de tristeza, es momento de actuar, escuchar y brindar apoyo”, señalaron fuentes educativas consultadas.
El suceso se encuentra bajo investigación del Ministerio Público y la Policía Nacional, mientras se espera el informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) para determinar oficialmente las causas del fallecimiento.
Las autoridades reiteraron la necesidad de implementar protocolos efectivos de prevención del acoso escolar, promoviendo el respeto, la inclusión y la salud mental como pilares del sistema educativo.