Científicos del Instituto de Investigación de Geología del Uranio de Pekín, en colaboración con la Universidad de Pekín y la Universidad de Shandong, confirmaron que el manto de la cara oculta de la Luna presenta temperaturas más bajas que el del lado visible.
El hallazgo, publicado en la revista Nature Geoscience, se basó en el análisis de muestras recolectadas por la misión Chang’e 6, que regresó recientemente con material del satélite.
Según el investigador He Sheng, estudios anteriores ya habían identificado “marcados contrastes” en la topografía, la composición elemental y las características de las rocas entre ambas caras. La investigación actual, sin embargo, representa la primera oportunidad de estudiar esas diferencias con material físico traído directamente desde la superficie lunar.
El equipo de investigadores analizó minerales como clinopiroxeno y plagioclasa mediante tres termobarómetros para calcular las presiones y temperaturas de cristalización. Los resultados revelaron que las muestras de basalto obtenidas por Chang’e 6 se formaron a unos 1.100 °C, alrededor de 100 °C menos que las muestras procedentes de la cara visible.
“Estudios previos sobre la ‘dualidad’ de la Luna se basaban principalmente en teledetección y simulaciones numéricas, pero las muestras de Chang’e 6 nos permiten realizar una investigación directa y detallada sobre las diferencias entre las caras visible y oculta”, explicó He Sheng.
El científico Li Ziying, jefe de la Corporación Nuclear Nacional de China, afirmó que “el grado relativamente bajo de evolución de la Luna y sus características de modificación tardía la convierten en una valiosa referencia para estudiar la historia pasada de la Tierra”.
El programa espacial chino tiene en marcha nuevas misiones no tripuladas: Chang’e 7, programada para 2026 y dirigida al polo sur lunar, y Chang’e 8, prevista para 2029, que contará con la participación de once países y sentará las bases para futuras misiones humanas.