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El Gobierno cubano calificó este jueves de «racista» y dañina la decisión de Estados Unidos de limitar parcialmente la entrada de ciudadanos cubanos en su territorio, argumentando problemas de seguridad nacional.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, afirmó en redes sociales que la «nueva prohibición» tiene un «trasfondo racista» y cuenta con el «apoyo de políticos anticubanos», término que utiliza para referirse a políticos, principalmente republicanos de Florida, muchos de ellos de origen cubano y contrarios al Gobierno de la isla.
«La nueva prohibición de entrada a EE. UU. de nacionales de varios países tiene trasfondo racista con apoyo de políticos anticubanos», subrayó.
Rodríguez destacó que la medida «perjudica el contacto entre las familias cubanas», refiriéndose a los entre 1.5 y 2.5 millones de cubanos y sus descendientes que, según diferentes estudios, residen en Estados Unidos, principal receptor de la diáspora nacional.
Los «daños» se extienden también a «los intercambios personales, profesionales, académicos y culturales entre ambos países», añadió el ministro de Relaciones Exteriores.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prohibió este miércoles los viajes a territorio estadounidense de ciudadanos de 12 países, incluyendo Haití, y restringió parcialmente la entrada de ciudadanos de otros siete, entre ellos Cuba y Venezuela, citando problemas de seguridad nacional.
La orden ejecutiva, que entrará en vigor el 9 de junio, impide la entrada de ciudadanos de Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, y limita las llegadas desde Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.