1.- El pueblo dominicano, luego de la desaparición física de Trujillo, ha accionado en diferentes frentes de lucha en procura de hacer firmes sus derechos y libertades.
2.- Pero lo que nos dice la realidad política y social del país es que hoy no hay correspondencia entre los esfuerzos puestos en ejecución y los resultados alcanzados.
3.- Mujeres y hombres del pueblo han estado presentes en diferentes escenarios actuando para que la mayoría de la población viva en un medio que le garantice lo indispensable para una existencia digna.
4.- Privaciones y padecimientos de todo tipo no han valido la pena partiendo de la materialidad nacional en estos momentos. El sacrificio ha sido estéril, en vano. Veamos
5.- Después de sufrir un régimen tiránico por más de treinta años; sentir un golpe de Estado; tomar las armas e ir a las montañas a reclamar el retorno de la constitucionalidad y luego enfrentar la intervención norteamericana; ser víctima de persecuciones, prisiones, torturas, desapariciones y deportaciones de parte del gobierno terrorista de los doce años del doctor Balaguer.
6.- Desprendimiento, privaciones y renuncia a cuestiones personales han demostrado que lo mejor de nuestro pueblo ha preferido el bienestar colectivo ante los deseos individuales.
7.- Las garantías consagradas en la Constitución política del país no han significado nada para las ciudadanas y los ciudadanos.
8.- La materialidad ha permitido reconocer que hay una profunda separación entre el contenido de las disposiciones consagradas en la Constitución y el pleno ejercicio en ella consagrado.
9.- El ciudadano dominicano está desprotegido en lo que se refiere a derechos constitucionales, los cuales se convierten en una ficción cuántas veces hay necesidad de llevarlos a la práctica.
10.- El dominicano de a pie está en condiciones de hacer suya la idea de que no basta con que las libertades figuren estampadas en un documento, la Constitución, sino que ellas formen parte efectivamente del accionar del ciudadano.
11.- En nuestro país existe una Constitución escrita, pero la institucionalidad depende del capricho de una autoridad o funcionario. La debilidad de los órganos jurisdiccionales se traduce en poder personal de quienes tienen dominio para decidir en uno u otro sentido.
12.- Los organismos con calidad para realizar funciones públicas aquí están sustituidos por quienes ocupan con malas artes el lugar de la jurisdicción.
13.- En nuestro medio está totalmente despistado aquel ciudadano o ciudadana que se entrega a lo que decida libremente una institución u órgano del Estado.
14.- En un país como el nuestro, en el cual la influencia politiquera está por encima de lo institucional, es un riesgo depositar confianza en una institución viciada por su representante dominado por la corrupción.
15.- El sacrificio hecho por el pueblo dominicano en procura de adecentar y democratizar la vida pública ha resultado un fracaso, una tremenda decepción.
16.- Partiendo de la lucha que las masas populares dominicanas han llevado a efecto por la felicidad de todos y de todas, lo que se está viendo es derrota, descalabro y hundimiento moral y material.