El cohete New Glenn, desarrollado por Blue Origin, logró este jueves su primer aterrizaje exitoso después de despegar desde Cabo Cañaveral, un avance que coloca a la empresa de Jeff Bezos como competidora directa de SpaceX en la reutilización de grandes propulsores orbitales.
El lanzamiento ocurrió a las 3:55 p. m. (hora del Este) desde el Complejo 36. Cuatro minutos después, la segunda etapa se separó y continuó rumbo al espacio, mientras que el propulsor de 57 metros inició su retorno controlado hacia el Atlántico.
Diez minutos después del despegue, aterrizó sobre una plataforma no tripulada, maniobra que Blue Origin no había conseguido en su primer intento, cuando el propulsor explotó antes de tocar la barcaza.
Según la compañía, el éxito se logró tras implementar mejoras técnicas en colaboración con la Administración Federal de Aviación, luego de los fallos registrados en enero.
Treinta y cuatro minutos después del lanzamiento, la etapa superior del New Glenn completó la misión al desplegar dos naves gemelas de la NASA destinadas a estudiar la atmósfera de Marte. Es la primera carga útil comercial puesta en órbita por este cohete, lo que consolida la capacidad operativa del vehículo en sólo su segundo vuelo.
Este avance refuerza la posición de Blue Origin en un mercado dominado por SpaceX, cuyos Falcon 9 y Falcon Heavy han liderado la reutilización de propulsores durante más de una década. La capacidad de recuperar componentes reduce costos y aumenta la frecuencia de misiones, un factor clave para futuras operaciones lunares y viajes interplanetarios.
La NASA, que ha exigido mayor rapidez en el desarrollo de sistemas para sus programas lunares, calificó la misión como un paso relevante. Desde SpaceX, la presidenta Gwynne Shotwell felicitó públicamente a Blue Origin por el logro.
Con este hito, la compañía de Bezos avanza hacia el reto inmediato: reacondicionar y reutilizar el propulsor recién recuperado, el paso que definirá la viabilidad comercial del New Glenn.
