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El ministro de Justicia de Haití, Patrick Pelissier, ha ordenado el congelamiento inmediato de las cuentas bancarias de figuras del ámbito político, económico y social del país que han sido sancionadas internacionalmente por su supuesta implicación en actividades delictivas, como el narcotráfico, y en actos que han contribuido a la desestabilización del país.
La medida fue comunicada en una carta enviada al fiscal de Puerto Príncipe, Frantz Monclair, en la que se detallan las acciones cautelares a implementar, según un comunicado al que EFE tuvo acceso este jueves.
Pelissier también solicitó al fiscal y a los organismos locales encargados de la supervisión financiera que inicien investigaciones sobre los movimientos y actividades económicas de las personas señaladas.
En paralelo, el ministro confirmó que desde marzo se ha solicitado la cooperación de embajadas extranjeras para la entrega de documentación sobre estos individuos sancionados.
Más de 30 personalidades haitianas han sido objeto de sanciones por parte de gobiernos como los de Estados Unidos y Canadá. Entre ellas figuran el expresidente Michel Joseph Martelly, el exministro de Relaciones Exteriores Laurent Lamothe y exlegisladores como Joseph Lambert, Youri Latortue y Gary Bodeau.
También se incluyen líderes de pandillas armadas como Jimmy Cherisier, conocido como Barbecue; Wilson Joseph, alias Lanmo San Jou; y Vitel’Homme Innocent. El exdiputado Prophane Victor es, hasta la fecha, el único de la lista que ha sido encarcelado.
La situación de seguridad en Haití sigue deteriorándose. En los primeros tres meses del año, la violencia causó la muerte de 1,617 personas y dejó a otras 580 heridas, en medio de enfrentamientos entre bandas, civiles armados, grupos de autodefensa y operativos de las fuerzas del orden, según la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (Binuh).
Durante 2024, la violencia ha dejado al menos 5,626 personas muertas, 2,213 heridas y 1,494 secuestradas, de acuerdo con datos verificados por la ONU. Más de un millón de haitianos han tenido que abandonar sus hogares debido a la inseguridad que azota al país.