El actor estadounidense Leonardo DiCaprio fue detenido brevemente por la Guardia Civil al salir de una fiesta privada en Ibiza. El evento, organizado por el actor y cantante Arón Piper para presentar su nueva canción, reunió a varias personalidades del entretenimiento, incluyendo a Kendall Jenner, Miguel Ángel Silvestre, Jon Kortajarena y Ester Expósito.
La intervención policial llamó la atención mediática, aunque no se registraron incidentes ni conflictos durante el procedimiento.
Según reportó el periodista Sergio Garrido en el programa TardeAR, la intervención de la Guardia Civil se debió a que la fiesta podría haber superado los límites permitidos de asistencia y seguridad.
Los agentes realizaron un control de acceso y afluencia de personas, centrado principalmente en la legalidad del evento y la gestión de los asistentes.
Imágenes del momento mostraron al actor saliendo del local con la cabeza agachada, pero colaborando plenamente con los oficiales, entregando su documentación personal sin inconvenientes. El control se realizó de manera preventiva y no surgió ningún tipo de conflicto entre las autoridades y los invitados.
El incidente pone de relieve la atención que generan las celebridades durante eventos masivos en lugares turísticos como Ibiza, donde la afluencia de público puede sobrepasar los límites de seguridad. Las autoridades recalcaron que la acción se centró en garantizar el cumplimiento de las normas de asistencia y protección, más que en cuestiones legales relacionadas con los invitados.