El estelar defensivo Micah Parsons vivirá una nueva etapa en su carrera tras concretarse el traspaso a los Green Bay Packers, movimiento que pone fin a semanas de tensiones contractuales con los Dallas Cowboys.
Para hacerse con los servicios del dos veces All-Pro, los Packers cedieron sus selecciones de primera ronda de 2026 y 2027, además del tackle defensivo Kenny Clark, tres veces elegido al Pro Bowl. Parsons, por su parte, aseguró de inmediato una extensión de contrato récord valorada en 188 millones de dólares por cuatro temporadas, de los cuales 136 millones están garantizados, según fuentes cercanas al acuerdo.
Con este pacto, Parsons se convierte en el jugador mejor pagado de la NFL fuera de la posición de mariscal de campo, un hito en la liga.
En un mensaje publicado en sus redes sociales, Parsons confesó que no deseaba salir de Dallas: “Nunca quise que este capítulo terminara, pero no todo estaba bajo mi control… nunca exigí nada, solo justicia en las negociaciones”, escribió.
Mientras tanto, el dueño de los Cowboys, Jerry Jones, defendió la posición de la franquicia y aseguró que su organización había puesto sobre la mesa una oferta competitiva, aunque negó que incluyera más dinero garantizado que la de Green Bay.
El acuerdo fue manejado por los agentes David Mulugheta y Andre Odom, de la firma Athletes First, pese a las reservas de Jones, quien prefirió mantener conversaciones directas con el jugador.