El vicepresidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Héctor Guzmán, declaró este miércoles en El Rumbo de la Mañana que su organización política no se identifica con la forma en que gobierna el Partido Revolucionario Moderno (PRM), al considerar que se aparta de los principios originalmente acordados en el proceso que los llevó al poder.
El dirigente explicó que la visión inicial que llevó a la creación del PRM no se corresponde con las prácticas actuales del gobierno.
“No estamos en el poder con el PRM porque sencillamente la decisión que nosotros tomamos de formar ese partido no es lo que han estado haciendo ni lo que se comenzó a hacer en este tiempo. No fue lo que nosotros planificamos, no fue lo que nosotros acordamos”, expresó Guzmán.
Reconoció, además, que en el pasado sostuvo diferencias con el presidente de la República, aunque aclaró que ambas partes han retomado el diálogo. Sin embargo, subrayó que las discrepancias actuales se deben a temas de carácter político e institucional.
Guzmán sostuvo que el PRD no comparte el estilo de gestión gubernamental actual.
También cuestionó la estrategia del transfuguismo utilizada durante la campaña pasada. Recordó que el PRD fue uno de los principales impulsores de las leyes electorales que buscan limitar esa práctica y el uso indebido de los recursos del Estado.
El vicepresidente del PRD hizo hincapié en que su visión de la política se basa en principios, y no en intereses económicos.
“Aquí creen que todo el que esté en política está por negocio, está por dinero y no todos estamos por negocio. Yo soy un hombre de convicciones políticas. Estoy opuesto a que tú promuevas transfuguismo. Estoy opuesto a que tú te manejes con el uso de recursos del Estado. Estoy opuesto al tema de la corrupción, que le ha hecho mucho daño al sistema político dominicano”, afirmó.
El dirigente concluyó que el PRD se mantendrá firme en su postura de velar por la transparencia y la institucionalidad, rechazando las prácticas que, a su juicio, debilitan la democracia. Reiteró que la política debe ser un ejercicio de servicio y compromiso social, más allá de intereses particulares o económicos.