En una entrevista reciente difundida en el programa de TF DEPORTES, transmitido de lunes a viernes a la una de la tarde por Telefuturo Canal 23 y luego en YouTube Marega Deportes, el talentoso baloncestista dominicano, Raimer Santana, abrió su corazón y compartió una mirada íntima sobre su evolución deportiva, su paso por la liga profesional de Angola y su experiencia con los Cañeros del Este en la temporada 2025 de la Liga Nacional de Baloncesto.
Con tono reflexivo y sereno, Santana repasó los momentos más importantes de su trayectoria, destacando los valores que lo han guiado desde sus inicios: la disciplina, la perseverancia y el deseo constante de superación.
“El baloncesto me ha enseñado que nada llega fácil, que cada minuto en cancha se gana con trabajo y respeto”, expresó el jugador durante la conversación.
Uno de los pasajes más interesantes de la entrevista fue su relato sobre su aventura en África, donde defendió los colores de un club en la liga de Angola. Santana describió la experiencia como una etapa de crecimiento personal y profesional.
“Fue un reto adaptarse a otra cultura y estilo de juego, pero me hizo madurar. Aprendí que el baloncesto es un lenguaje universal que une a las personas más allá de las fronteras”.
De regreso en su país, Raimer asumió un rol importante en los Cañeros del Este, donde su madurez y liderazgo fueron clave durante la campaña de 2025. Habló con orgullo del grupo que formaron, del ambiente competitivo de la liga y del compromiso que siente con su desarrollo como jugador dominicano.
“Representar a mi región y ver cómo crece el nivel del baloncesto nacional me motiva a seguir dando lo mejor de mí”, afirmó.
La entrevista también dejó entrever a un Raimer más humano, consciente del peso de la constancia y de la importancia de servir de ejemplo a los jóvenes que sueñan con una carrera profesional.
Con un tono honesto y cercano, invitó a las nuevas generaciones a creer en sí mismas, a no dejarse vencer por las adversidades y a entender que el éxito verdadero va más allá de las estadísticas.
En definitiva, fue una conversación que trasciende el deporte: un testimonio de madurez, humildad y pasión por el baloncesto. Santana demuestra que su historia aún se sigue escribiendo, con la mirada puesta en nuevos desafíos dentro y fuera de la cancha.