El actor colombiano Sebastián Caicedo compartió una profunda reflexión sobre su trayectoria artística y su transformación personal tras la pandemia. Durante una entrevista en el programa El Mañanero, el intérprete habló abiertamente sobre cómo su relación con la fe ha cambiado su vida y la forma en que toma decisiones en su carrera.
“Cometí muchos errores y equivocaciones, y uno de ellos fue no poner a Dios en primer lugar. Perseguía fama, perseguía dinero, y eso me llenaba de afuera hacia adentro”, confesó Caicedo.
Con más de 20 años de experiencia en la televisión latinoamericana, Sebastián Caicedo recordó su paso por importantes cadenas como Telemundo, donde protagonizó varias telenovelas de éxito. Sin embargo, reconoció que fue después de la pandemia cuando vivió un “punto de quiebre” que lo llevó a replantearse sus prioridades.
El actor explicó que, tras reencontrarse con su fe, decidió darle un nuevo sentido a su trabajo y entender que el éxito no depende únicamente del reconocimiento o el dinero. “Hoy hago lo mismo que antes, pero dándole a Él ese lugar. Ahora me lleno de adentro hacia fuera”, sostuvo.
Caicedo aseguró que este cambio interior también ha influido en la forma en que enfrenta los retos profesionales y personales, encontrando en la espiritualidad una fuente de equilibrio y propósito.
El actor señaló que su fe le ha permitido establecer límites claros a la hora de aceptar papeles o participar en proyectos que puedan comprometer sus valores. “Obviamente hay unos principios que no quiero pasar por encima. He tenido que decir que no a algunas cosas que respeto, pero no comparto”, explicó.
En ese sentido, el actor confesó que ha rechazado propuestas para participar en realities de convivencia, como “La Casa de los Famosos”, por considerar que ese tipo de formatos pueden poner a prueba su estabilidad emocional y espiritual.
“La gente me dice que sería bueno que fuera luz en la oscuridad, pero es muy difícil. También somos carne, y llega un momento en que estar encerrado 24/7 te detona. Prefiero no tentar al chanclas y estar alejado”, expresó entre risas.
Sebastián Caicedo concluyó señalando que, aunque no es perfecto, hoy se siente en paz consigo mismo y con su fe, convencido de que su misión va más allá de los reflectores. Su testimonio, dijo, busca inspirar a otros a priorizar lo esencial y a encontrar propósito más allá del éxito y la fama.