La campaña 2025 de las Grandes Ligas está a punto de terminar sin registrar un solo juego sin hit ni carrera, una situación inusual en la historia reciente del béisbol. El último no-hitter registrado en MLB fue el 4 de septiembre de 2024, cuando tres lanzadores de los Cachorros dejaron sin imparables a los Piratas.
Desde entonces, ningún abridor —ni combinación de lanzadores— ha logrado la hazaña.
Si la sequía se mantiene hasta el final del calendario, este sería el primer año sin un no-hitter desde 2005, y apenas el quinto sin uno desde el inicio de la Era Divisional en 1969.
El último no-hitter individual fue obra de Blake Snell el 2 de agosto de 2024. Desde entonces, ha habido varios intentos fallidos y acercamientos, pero ninguno logró concretarse en nueve entradas sin permitir imparables.
En los últimos tres años se habían registrado al menos cuatro no-hitters por temporada, y en 2021 se rompió el récord con nueve en total. Desde 2015, se han producido 39 no-hitters, diez de ellos combinados, lo que hacía prever que estos juegos seguirían ocurriendo con cierta frecuencia.
De hecho, en temporadas completas, la última vez que el primer no-hitter llegó tan tarde fue en 2006, cuando Aníbal Sánchez logró el único de ese año el 10 de septiembre. Aun así, esa racha de 844 días sin uno —la más larga en ese momento— supera ampliamente los 351 días de sequía actuales.
Según los registros históricos, ha habido 326 no-hitters desde 1876. Solo 29 de las 150 temporadas de Grandes Ligas (alrededor del 19%) han transcurrido sin uno solo.
No hay evidencia clara que indique un cambio generalizado en el rendimiento ofensivo o defensivo que justifique la falta de no-hitters en 2025. Podría ser simplemente una coincidencia estadística. Sin embargo, algunos factores podrían estar influyendo.
Uno de ellos es la reducción en la duración de las salidas de los abridores. Entre 2000 y 2016, los abridores promediaban 5.88 entradas por juego; desde entonces, el promedio ha bajado a 5.21. Esto reduce las oportunidades para que un solo lanzador logre la hazaña.
Aunque los no-hitters combinados se han vuelto más comunes —cinco desde el inicio de 2022—, lograr uno requiere que varios lanzadores mantengan un nivel casi perfecto a lo largo del juego.
También ha habido una caída pronunciada en los juegos completos: de 123 en 2013 a solo 28 en 2024. En 2025, ya se han registrado 26, pero ninguno ha terminado sin hit.
Otro posible factor son las restricciones en las formaciones defensivas, introducidas en 2023. Aunque no parecen tener un impacto directo, eliminan ciertas posiciones estratégicas que antes ayudaban a preservar no-hitters con jugadas clave.
Este año, ocho lanzadores han llevado juegos sin hit hasta el séptimo inning. Entre ellos, el novato de los Orioles, Brandon Young, quien el 15 de agosto estuvo perfecto hasta la octava entrada en Houston, cuando el mexicano Ramón Urías conectó un sencillo dentro del cuadro con dos outs.
Otros intentos incluyen a Garrett Crochet (13 de abril), Jacob deGrom (25 de junio), Nick Martínez (27 de junio) y Gavin Williams (6 de agosto). Martínez y Williams son los únicos que alcanzaron las ocho entradas sin permitir hit, pero ambos vieron sus esfuerzos arruinados en la novena.
Williams, por ejemplo, comenzó la novena contra los Mets con un ponche a Francisco Lindor, pero luego Juan Soto conectó un jonrón con un out que puso fin al intento.
Con dos juegos recientes que se quedaron a pocos outs del logro, parece que la posibilidad aún está latente. La gran incógnita es si alguien logrará romper la sequía antes de que se cierre el calendario de 2025.