El cantautor dominicano Vicente García celebra el reconocimiento internacional a su más reciente producción, “Puñito de Yocahú”, un álbum que define como una “apuesta arriesgada” por su compromiso con las raíces indígenas y afrocaribeñas de la República Dominicana. La obra, que le valió tres nominaciones al Latin Grammy 2025, representa para el artista un paso más hacia la apertura del panorama musical latinoamericano a la diversidad de sus ritmos.
En conversación con EFE, García calificó como “superimportantes” sus nominaciones en las categorías de Álbum del Año, Mejor Álbum Tropical Contemporáneo y Mejor Canción de Cantautor por “Quisqueya”. Explicó que este trabajo nació de su intención de resaltar la identidad cultural dominicana, integrada por sus tres corrientes históricas: española, africana e indígena.
El músico reconoció que “era una propuesta arriesgada”, ya que combina elementos tradicionales con recursos contemporáneos como sintetizadores y técnicas de ‘sampling’, logrando un sonido que conecta el pasado con la modernidad.
Con este álbum —su cuarto trabajo de estudio y el primero en seis años—, García explora la fusión del merengue, reggae y bachata, incorporando herramientas modernas como el pedal steel y los efectos electrónicos. El disco, que será presentado en la ceremonia de los Latin Grammy el 13 de noviembre en Las Vegas, busca tender puentes entre la tradición y la experimentación sonora.
En el tema “Quisqueya”, palabra taína que designaba la isla de La Española, el artista reflexiona sobre la relación entre política, turismo y desigualdad, cuestionando cómo “se ha vendido al pueblo un sueño de desarrollo turístico que no siempre beneficia a los dominicanos”.
Para componer “Quisqueya”, García utilizó fragmentos de “La era gloriosa”, una canción de propaganda de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961), resignificando su contenido mediante el arte. Desde sus inicios como solista en 2010, el exintegrante de Calor Urbano ha mostrado interés en reconectar con los orígenes de la música dominicana, reivindicando también la olvidada influencia indígena dentro de la identidad nacional.
Después de más de una década viviendo en Colombia, García afirma que ese entorno le inspiró a profundizar en su búsqueda:
“Allá la cultura indígena sigue viva, y muchos artistas han trabajado a partir de sus costumbres y su música”, expresó.
En un panorama donde la música latina trasciende cada vez más los límites del reguetón, Vicente García percibe una apertura hacia sonoridades más auténticas y profundas:
“La música dejó de ser solo entretenimiento o fiesta. También es espiritualidad, ancestralidad y reflexión”, destacó.
El artista continuará su gira internacional en noviembre con presentaciones en Costa Rica, Puerto Rico y Guatemala, y proyecta para 2026 un recorrido por Estados Unidos, México, Perú y otros países de Latinoamérica, llevando con él el mensaje de una música dominicana diversa, viva y universal.