El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, condenado la semana pasada por golpismo, fue ingresado este martes en un hospital de Brasilia luego de presentar problemas de salud mientras cumplía arresto domiciliario.
Su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, informó en su cuenta de X que el exmandatario de 70 años experimentó una “fuerte crisis de hipo, vómito y presión baja”, lo que motivó su traslado de urgencia al centro médico. El político llegó acompañado por agentes policiales encargados de vigilar su confinamiento.
El Tribunal Supremo de Brasil sentenció la semana pasada a Bolsonaro a 27 años de prisión, tras declararlo culpable de encabezar una organización criminal que intentó mantenerse en el poder en 2022, luego de su derrota electoral frente a Luiz Inácio Lula da Silva.
Actualmente permanece en prisión domiciliaria preventiva en su residencia de Brasilia, medida que rige desde agosto. Para que la sentencia quede firme, el tribunal aún debe resolver los recursos de apelación presentados por su defensa y la de otros siete excolaboradores también condenados.
El exmandatario (2019-2022) ha presentado recurrentes problemas médicos en los últimos meses. El domingo ingresó al hospital para una intervención menor en la piel programada previamente.
Algunos de sus malestares se remontan a las secuelas del ataque con cuchillo de 2018, ocurrido durante la campaña presidencial, que le dejó complicaciones en la zona abdominal.
Según su defensa, estas condiciones de salud han sido uno de los motivos por los que Bolsonaro no asistió personalmente a varias audiencias de su juicio.