



La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) concluyó este martes que la campaña de exterminio contra el partido de izquierda Unión Patriótica (UP), ocurrida principalmente entre las décadas de 1980 y 1990, constituye un genocidio.
El tribunal imputó este crimen a cinco altos mandos retirados del Ejército, al determinar que las agresiones tuvieron la intención deliberada de destruir a la organización política.
Según la JEP, el ataque fue sistemático y deliberado, por lo que calificó los hechos como genocidio conforme al artículo 101 del Código Penal colombiano, además de crímenes de guerra y de lesa humanidad.
La campaña violenta dejó al menos 8,929 víctimas, de las cuales 5,729 fueron asesinadas o desaparecidas, y 3,200 sufrieron atentados, desplazamientos forzados, exilio, torturas, detenciones arbitrarias, judicialización infundada o violencia sexual.
Por estos hechos, la JEP imputó como coautores a cinco oficiales retirados: el mayor general Iván Ramírez Quintero; el brigadier general Rito Alejo del Río; y los tenientes coroneles Jorge Luis Mejía Rosas, Eduardo León Figueroa Cifuentes y Manuel José Pérez Pérez.
El tribunal señaló que estos delitos fueron parte de una política contrainsurgente en la lucha del Estado contra la guerrilla de las FARC.
La UP fue creada en 1985 como parte de un intento de paz entre el Gobierno de Belisario Betancur y las FARC, pero pronto se convirtió en blanco de una campaña de exterminio. Para sustentar su decisión, la JEP examinó 34 informes institucionales, 29 informes de organizaciones de víctimas y 139 testimonios.
El tribunal determinó que la violencia fue masiva, permanente y extendida, con registros de asesinatos o desapariciones de militantes en 427 municipios y sin un solo mes sin víctimas entre 1984 y 2002. Además del daño humano, la JEP destacó un impacto profundo en la paz, la institucionalidad y la vida política del país.
En 2023, la Corte Interamericana condenó al Estado colombiano por este exterminio y ordenó un acto de perdón encabezado por el presidente Gustavo Petro.