La vejez aumenta el riesgo de enfermedades como diabetes, problemas cardiovasculares y trastornos psicológicos. (Imagen Ilustrativa)
La diabetes es una enfermedad muy común y, en muchos casos, la persona no sabe que la padece. Si uno no se realiza un análisis de sangre en el que se detecte la glucosa elevada, es frecuente que la enfermedad pase desapercibida.
El 14 % de la población mundial, es decir, más de 800 millones de personas, vive con diabetes, según los últimos datos actualizados y publicados por la revista The Lancet en noviembre de 2024. Esta cifra duplica la tasa global registrada en 1990.
La diabetes tipo 2 representa el 95% de los casos y muestra un crecimiento mayor en los países de menores recursos, donde solo la mitad de los afectados accede a tratamiento.
La diabetes es una enfermedad crónica que se manifiesta por la presencia de niveles altos de glucosa (azúcar) en la sangre. Este trastorno metabólico ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el cuerpo no utiliza de forma efectiva la insulina disponible.
La insulina es una hormona indispensable que permite que el azúcar de los alimentos pase de la sangre a las células, donde se transforma en energía.
Los síntomas de la diabetes varían según los niveles de azúcar en sangre. Muchas personas pueden no experimentar señales evidentes, y en otros casos, puede manifestarse con síntomas más notorios.
Existen síntomas habituales, como el aumento de la sed, conocido como polidipsia, y el aumento del hambre, signos que suelen asociarse con la diabetes. Sin embargo, hay un síntoma al que se le presta poca atención: el hormigueo en la piel, especialmente en los miembros inferiores, y con mayor frecuencia en los pies. También puede presentarse en las manos, aunque predomina en los pies.
Este hormigueo se manifiesta como cosquilleo, pinchazos, ardor o disminución de la sensibilidad superficial. Médicamente recibe el nombre de parestesias. El mecanismo se relaciona con el aumento del azúcar en sangre propio de la diabetes; esto provoca lesiones en las neuronas, particularmente en las que rodean los nervios.
Los nervios tienen una estructura envolvente llamada vaina de mielina, similar al plástico que recubre los cables eléctricos. Cuando los nervios sufren daño, estas vainas se deterioran y el nervio transmite incorrectamente la información, lo que altera la sensibilidad y puede provocar parestesias.
El hormigueo, sobre todo en los miembros inferiores, puede ser un signo de diabetes o de otra afección que cause parestesias.
No se deben normalizar estos síntomas. Si aparecen hormigueos en pies o manos, en especial durante la noche, y persisten varios días, es importante consultar al médico. Detectar la enfermedad a tiempo brinda muchas más posibilidades de tratamiento efectivo.
Existen tres tipos principales de diabetes:
Fuente: Infobae