Los drones equipados con cámaras térmicas se han convertido en una herramienta clave en el combate contra los incendios forestales, como el que afecta a Jarilla (Cáceres).
Tanto la Guardia Civil como la Unidad Militar de Emergencias (UME) los utilizan para localizar focos de calor y elaborar mapas del terreno en tiempo real, lo que facilita la coordinación de los equipos de extinción.
La Unidad Especial de Drones y Anti-Drones del Servicio Aéreo de la Guardia Civil ha desplegado aeronaves de alta capacidad para realizar geolocalizaciones, mientras que la UME, con 220 efectivos en la zona, emplea además drones terrestres de más de tres toneladas, provistos de sensores y sistemas hidráulicos para desbrozar la vegetación.
Estas tecnologías permiten optimizar las operaciones y dirigir con mayor precisión las acciones de respuesta frente al fuego.