Las llamadas Alpha Schools, un modelo de educación privada basado en inteligencia artificial, están creciendo rápidamente en Estados Unidos, con planes de abrir ocho nuevos campus desde California hasta Puerto Rico.
El sistema, que cobra una matrícula anual a partir de 40.000 dólares, combina sesiones académicas reducidas con talleres prácticos, apoyándose en programas de IA para personalizar el aprendizaje.
En estas escuelas, los estudiantes solo dedican dos horas al día a materias básicas organizadas en bloques de 25 minutos y el resto de la jornada se centra en habilidades como liderazgo, oratoria o educación financiera.
Los tradicionales maestros son reemplazados por “guías”, que actúan como entrenadores y motivadores con salarios iniciales de 100.000 dólares anuales.
El modelo, sin embargo, despierta controversia. Defensores sostienen que permite adaptar el ritmo al nivel de cada alumno y evitar rezagos, mientras que críticos advierten que la falta de docentes limita la socialización y el desarrollo emocional.
“Pensar que una máquina suplirá esas necesidades es absurdo”, señaló Bryan Proffitt, vicepresidente de la Asociación de Educadores de Carolina del Norte.
Aunque varios estados rechazaron convertirlo en escuela pública tipo charter, Arizona aprobó abrir una versión virtual este otoño. Alpha ya tiene presencia en ciudades como Miami, San Francisco y Palm Beach, y proyecta llegar este año a Nueva York, Houston y Puerto Rico.