



El Gobierno del Reino Unido anunció un nuevo paquete de sanciones contra organizaciones rusas y empresas tecnológicas chinas, a las que atribuye participación en campañas de desinformación y ciberataques dirigidos contra el país y sus aliados. Las autoridades aseguran que estas acciones forman parte de una estrategia sostenida de “guerra híbrida” que busca afectar procesos democráticos y la estabilidad institucional.
Las medidas fueron presentadas por la secretaria de Relaciones Exteriores, Yvette Cooper, durante un discurso en la Cancillería británica, en Londres.
El listado incluye al canal de microblogging Rybar, a la Fundación para el Apoyo y Protección de los Derechos de los Compatriotas que Viven en el Extranjero señalada por los servicios de inteligencia como una cobertura de la agencia militar rusa GRU y al Centro de Experiencia Geopolítica, vinculado al pensador ruso Aleksandr Dugin.
También fueron sancionadas dos compañías con sede en China, acusadas de ejecutar ataques cibernéticos contra infraestructuras digitales del Reino Unido y de países aliados, tanto de forma masiva como selectiva.
Cooper advirtió que el Reino Unido enfrenta amenazas crecientes, que van desde sabotajes hasta campañas digitales coordinadas mediante inteligencia artificial y videos manipulados. Estas operaciones, dijo, buscan debilitar el apoyo internacional a Ucrania y socavar la confianza en instituciones democráticas de Europa y América del Norte.
Las autoridades señalaron que se han detectado páginas web falsas y anuncios políticos fraudulentos, como ocurrió durante recientes elecciones en Moldavia. También alertaron sobre la difusión de contenidos manipulados del presidente ucraniano Volodímir Zelenski y de su esposa, difundidos en redes sociales para erosionar el respaldo a Kiev.
Según el Gobierno británico, este tipo de campañas generan efectos negativos duraderos, al aumentar la polarización y la confusión entre la ciudadanía. En ese contexto, Cooper afirmó que estas operaciones “deben llamarse por su nombre: guerra de información rusa”.
Las sanciones coinciden con el centenario de los Tratados de Locarno. En alusión a la fecha, la funcionaria subrayó la necesidad de reforzar la cooperación entre Europa y Norteamérica para proteger infraestructuras críticas y la integridad de los sistemas democráticos.
El Reino Unido sostiene que la respuesta ante estas amenazas pasa por la coordinación internacional, el fortalecimiento del marco legal y una defensa activa frente a agresiones externas, con el objetivo de prevenir nuevos ataques y proteger el flujo legítimo de información pública.