



Los integrantes del Comando Vermelho, una de las principales organizaciones criminales de Brasil, bloquearon este martes varias e importantes vías en Río de Janeiro y semi paralizaron la ciudad, en represalia por una operación policial que dejó 64 muertos y 81 detenidos.
Con vías bloqueadas por autobuses y barreras, las líneas de algunos colectivos modificadas para evitar el paso por lugares con tiroteos, y largas filas en las estaciones del tren metropolitano y del metro, los cariocas tuvieron dificultades para regresar a sus casas al final de la tarde del martes.
Las universidades, incluyendo la prestigiosa Universidad Federal de Río de Janeiro, y numerosas escuelas públicas y privadas de varios barrios de la ciudad ya habían cerrado sus puertas y enviado a los alumnos de regreso a casa.
RioÔnibus, empresa que controla los servicios de transporte en autobús público, informó en un comunicado que al menos 50 vehículos fueron robados y utilizados por los narcotraficantes para bloquear calles y avenidas.
La empresa dijo igualmente que tuvo que modificar los itinerarios de 120 líneas de autobuses como consecuencia de los tiroteos y del bloqueo de vías.
Ante la caótica situación, la Alcaldía de Río de Janeiro declaró a las 13.48 hora local (16.48 GMT) el nivel 2 de los 5 de su escala de riesgo.
El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, explicó que las medidas adoptadas, especialmente su decisión de que todos los servicios públicos continúen operando normalmente y extiendan sus horarios, busca evitar que esta ciudad brasileña sea paralizada por grupos criminales.