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Un tratamiento estético de última generación, conocido como Morpheus, está ganando terreno en el país como una alternativa no quirúrgica para combatir los signos del envejecimiento facial. El procedimiento emplea microagujas y radiofrecuencia fraccionada para alcanzar las capas más profundas de la piel y estimular la producción de colágeno y elastina, proteínas responsables de la firmeza y elasticidad cutánea.
La doctora Arlin Polanco, especialista en Medicina Estética, explicó que este tratamiento permite obtener una piel más firme, con menos líneas de expresión y una textura visiblemente mejorada.
“Lo sorprendente es que todo esto se logra sin necesidad de cortes, puntos ni largos períodos de recuperación”, indicó la especialista.
El dispositivo utilizado genera una energía térmica que actúa directamente en el tejido subdérmico, provocando una respuesta regenerativa que se mantiene activa incluso semanas después de la aplicación. La profundidad del tratamiento puede ajustarse, lo que permite su uso en otras áreas del cuerpo como el cuello, escote, abdomen y zonas afectadas por flacidez o marcas de acné.
Polanco señaló que Morpheus está indicado para hombres y mujeres a partir de los 30 años, especialmente para quienes desean un resultado natural y no son candidatos ideales para procedimientos quirúrgicos.
“Es una opción eficaz para quienes buscan rejuvenecimiento sin alterar su expresión facial”, afirmó.
Otra de las ventajas, según detalló la doctora, es que el procedimiento no requiere anestesia general, no deja cicatrices visibles y el tiempo de recuperación es breve, generalmente entre uno y tres días. Además, puede combinarse con otros tratamientos estéticos si el paciente lo requiere.
Morpheus se inscribe en una corriente estética que apuesta por tecnologías menos invasivas, orientadas a potenciar los procesos naturales de la piel sin recurrir al bisturí.