La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) condenó este martes a siete integrantes del último mando de las FARC, incluido su máximo jefe Rodrigo Londoño (alias Timochenko), a penas alternativas de ocho años de “restricción efectiva de derechos” como responsables de la política de secuestros durante el conflicto armado colombiano.
La decisión, leída por el magistrado Camilo Suárez, declaró a los excomandantes culpables de crímenes de guerra como toma de rehenes y homicidios, además de crímenes de lesa humanidad, entre ellos privaciones ilegales de la libertad, asesinatos y desapariciones forzadas.
Además de Londoño, fueron sancionados Pastor Alape, Jaime Alberto Parra (alias el Médico), Pablo Catatumbo, Milton de Jesús Toncel (alias Joaquín Gómez), Julián Gallo (alias Carlos Antonio Lozada) y Rodrigo Granda (alias Ricardo Téllez).
Las sanciones, que son las primeras dictadas por la JEP, constituyen la pena máxima dentro de la justicia restaurativa y no implican prisión. Los exjefes guerrilleros accedieron a este beneficio tras reconocer su responsabilidad y realizar trabajos de carácter reparador, como búsqueda de desaparecidos, acciones contra minas antipersona, proyectos ambientales y reparación simbólica a las víctimas.
Según la investigación, las víctimas fueron sometidas a tratos crueles, encadenamientos, marchas forzadas, agresiones físicas y psicológicas, privaciones de salud, alimentación y casos de violencia sexual.
Estas condenas forman parte del macrocaso 001, en el que la JEP ha investigado durante siete años los secuestros cometidos por las FARC entre 1993 y 2016. El tribunal ha registrado de manera provisional 21,396 víctimas, de las cuales 4,325 han sido acreditadas formalmente.